Mikel Albisu y Marisol Iparragirre Presos políticos vascos
En el uso de la palabra
Siendo totalmente conscientes de los errores que hayamos podido cometer, estamos orgullosos de lo logrado. En este momento, nuestro mayor pesar es no haber podido llevar hasta el final nuestro combate; que hoy, en 2010, la paz no haya todavía llegado a nuestro país, aunque estamos convencidos de que está más cerca
Estamos obligados a hacer una precisión sobre la justicia francesa. Hemos sido traídos aquí por la fuerza para ser juzgados en nombre del pueblo francés. Queremos decir que eso es imposible, pues respondemos únicamente ante el pueblo vasco. Pueden condenarnos, pero ello no será una decisión de justicia, porque nosotros no podemos reconocer la justicia francesa mientras Francia no rinda justicia a Euskal Herria.
Durante cinco semanas, a lo largo de la vista van a hablar de armas, de explosivos, de dinero, de extorsión... oiremos la palabra «terrorismo» conjugada al infinito. Vamos a ser presentados aquí como seres sanguinarios o, en el mejor de los casos, como pobres manipulados.
Y sabemos de antemano que todo aquello que pudiera mostrar que nuestra lucha es política será ignorado, menospreciado, manipulado, para una vez más esconder la realidad.
Por contra, intentaremos hablarles de nuestra realidad: somos gente del pueblo, gente modesta, trabajadores y empleados, amas de casa y padres que hace seis años fuimos despertados bajo la amenaza de las armas.
Después un juez ordenó separarnos de nuestros seres queridos, de nuestros hijos, de nuestra tierra, de nuestra cultura, de nuestra lengua, y deportarnos. Han ordenado encerrarnos y aislarnos en vuestras prisiones. Ustedes, que se denominan demócratas, no han sido secuestrados y encerrados en prisiones durante más de seis años antes de ser presentados ante un tribunal que decidirá su suerte.
Vamos a hablarles de un largo conflicto político entre Euskal Herria por una parte, y Francia y España por otra parte. Y hablaremos de nuestro deseo de encontrar una solución política justa a este conflicto.
Sí, sabemos por qué vinieron a secuestrarnos: es a causa de nuestro compromiso con la lucha de liberación de nuestro pueblo, Euskal Herria.
Somos ciudadanos vascos y hemos respondido a la llamada por la defensa de los derechos de nuestro país y de nuestros conciudadanos al comprometernos en diferentes grados en la organización Euskadi Ta Askatasuna.
Siendo totalmente conscientes de los errores que hayamos podido cometer, estamos orgullosos de lo que hemos logrado. En este momento, nuestro mayor pesar es no haber podido llevar hasta el final nuestro combate; que hoy, en 2010, la paz no haya todavía llegado a nuestro país, aunque estamos convencidos de que está más cerca.
ETA es una organización política armada nacida hace cincuenta años en medio de la noche franquista, que ha continuado su lucha hasta hoy en día porque en nuestro país los derechos más elementales no son todavía respetados.
Para ustedes somos o vasco-españoles o vasco-franceses. Lo han dicho al principio, ¡nos imponen la nacionalidad! Sea española o sea francesa: los vascos no pueden ser sólo vascos.
No somos libres para decidir nuestra suerte, nuestro destino, y sobre todo no tenemos la garantía de que aquello que el pueblo vasco decida democráticamente, sin coacciones y sin límites, será respetado por Francia y España.
Es por eso por lo que hemos combatido y por lo que combatimos.
Queremos asegurar la supervivencia y la libertad de Euskal Herria, obtener el respeto por nuestra lengua y nuestra cultura. Queremos que los vascos tengan la oportunidad de tomar sus propias decisiones de orden social y económico de acuerdo con su propia realidad, sin estar a merced de poderes extranjeros que buscan reducirnos al estado de vestigio folclórico en un destino turístico con una mano de obra dócil y disponible.
ETA apareció ante nosotros como la organización que defiende Euskal Herria. Y a pesar del miedo y la inquietud para nosotros, nuestros hijos y nuestros familiares, un día respondimos «sí» y abrimos la puerta a ETA. Porque era nuestro deber.
El objetivo de ETA como organización política es la independencia de Euskal Herria. Luchamos también por una Euskal Herria socialista: reivindicamos un modelo de sociedad respetuoso con el ser humano y la naturaleza.
Pero la lucha armada de ETA no tiene otro objetivo que la instauración, de una vez por todas, de condiciones democráticas en Euskal Herria. No queremos imponer un proyecto político a nadie. Demandamos que nuestra opción política pueda ser defendida al mismo nivel que todas las otras y que, si ésa es la voluntad mayoritaria de nuestros conciudadanos, pueda ser puesta en práctica.
Luchamos para que la situación antidemocrática y de falta de derechos que vive nuestro país termine y que todos los vascos sin excepción puedan decidir el futuro de su país sin límites ni ingerencias externas.
Actualmente nuestro país se encuentra dividido entre los estados francés y español. Dentro del Estado español, Euskal Herria se encuentra todavía dividida en dos entidades autónomas diferentes. El Estado francés, por su parte, se niega desde hace más de dos siglos a acordar el más mínimo reconocimiento, desfigurando esta parte de Euskal Herria en el departamento artificial de Pirineos Atlánticos.
Todos los resortes están en marcha para que nuestro país, nuestra sociedad, nuestra comunidad sea separada en dos o en más partes. Francia y España han decidido hacer de los Pirineos una frontera, mientras que para nosotros siempre ha sido una bisagra que une a un mismo pueblo que vive en sus dos laderas.
No, no buscamos instalar nuevas fronteras. Al contrario, Euskal Herria siempre ha sido un lugar de paso, de comercio, de mezcla de culturas, de libertad. A lo largo de los siglos la cultura vasca ha demostrado una gran capacidad para asimilar las aportaciones de otras culturas y los vascos, por su parte, siempre han sabido difundir sus saberes y conocimientos.
Pero es por ello por lo que Euskal Herria debe seguir existiendo. Hace mucho tiempo que nuestra identidad está amenazada de desaparición, atrapada por nuestros vecinos y en un mundo cada vez más globalizado. Euskal Herria necesita medios para sobrevivir y poder aportar su especificidad al mundo.
Somos hijos e hijas de Gernika. El dolor de Gernika no se ha apagado. Arde aún en nosotros. Hemos aprendido a sufrir con el silencio de nuestros abuelos, y gracias a nuestros padres que hemos aprendido a levantar la cabeza y a luchar por la paz y la libertad.
No somos terroristas, no buscamos destruir el Estado español ni el Estado francés, queremos que nos dejen en paz. Queremos ser nosotros mismos. Vemos con urgencia la necesidad de constituir un Estado vasco porque es con plenos poderes como podremos sobrevivir como pueblo.
Hoy tenemos la oportunidad de exponer nuestras razones. No es el caso para cientos de voluntarios que han muerto en combate, en las cárceles españolas y francesas, en el exilio o en el anonimato.
No hablamos en su nombre. Unimos nuestra voz a la suya para defender aquí también la libertad de Euskal Herria y hacer un nuevo llamamiento a la resolución del conflicto.
Somos hijas e hijos de Gernika y, si por desgracia no conseguimos traer la paz y la libertad a Euskal Herria, lo que es nuestro más sentido deseo, que es la razón de nuestro combate, estaremos obligados a enseñar a nuestros hijos a vivir en libertad luchando por la paz.
Euskadi Ta Askatasuna tiene la mano tendida una vez más. Corresponde a los gobiernos español y francés actuar con responsabilidad y sentido histórico.
Para terminar, quisiéramos rendir homenaje a una militante de ETA que ya no está entre nosotros. Ella ha dado lo mejor de sí misma hasta sus últimas fuerzas sin que nadie supiera de su compromiso. Gracias a militantes como ella, desconocidos para la Policía y los servicios de información francés y español, que hacen su trabajo de hormiga en nuestro país, ETA ha conseguido desarrollar su lucha. Os pedimos guardar un minuto de silencio por Martha Alcalde Txori, compañera de nuestro compañero Mikel Negrete.
Agur eta ohore Martha!
Gora Euskal Herria askatuta!
Gora Euskal Herria sozialista!
(Traducción del francés de la declaración realizada por los autores en la apertura del juicio contra diez ciudadanos vascos celebrada el lunes 15 de noviembre en el Tribunal especial de París)