Los pesimistas están de enhorabuena. El Athletic visita al Real Madrid con todas las estadísticas en contra.

No es sólo que los rojiblancos flojeen cuando hacen las maletas -una sola victoria a domicilio en todo 2010- o que acumulen cinco derrotas consecutivas en el Santiago Bernabéu. Es que además visitan al líder, que acapara todas las estadísticas -invicto, equipo más goleador, menos goleado- y que se muestra especialmente implacable en su estadio, donde no ha cedido un solo punto y presenta un golaverage aterrador: 18 goles a favor, dos en contra. En definitiva, un huracán de categoría cinco.

Pero ¿y si choca con un tornado? Con menor recorrido, de muchísima menor duración, más imprevisible, pero con vientos que pueden triplicar en velocidad a los huracanados. El problema es que encontrarse ese fenómeno meteorológico fuera de las grandes llanuras norteamericanas es casi tan complicado como que el Athletic despliegue toda esa potencia lejos de San Mamés.

Pero ya se sabe cómo gusta el más difícil todavía en el equipo rojiblanco que, de hecho, se encuentra con alguna complicación más. En forma de ausencia, concretamente, después de que el Comité de Competición diera por buenas las decisiones de Velasco Carballo y sancionara a Koikili, Castillo y Gurpegi, que se perderá su primer partido oficial de la temporada.

Joaquín Caparrós, al menos, recupera a Jon Aurtenetxe y, siete semanas después, a Amorebieta. Pero eso no impide que la defensa ande justita de efectivos. De hecho, la única incógnita al respecto -los rojiblancos trabajaron ayer a puerta cerrada- es también la única posible y pasa por saber si el técnico mantendrá a Ustaritz en el once o apostará por Amorebieta.

Lo que parece descartado es la superpoblación defensiva, con un Athletic similar al habitual, aunque con nombres nuevos. El de Orbaiz, que sustituirá a Gurpegi, y el de Gabilondo, que actuará en banda izquierda, centrando la posición de Muniain y enviando a Igor Martínez a jugar con el filial.

Trabajo colectivo

No faltarán Javi Martínez y el hombre de la semana, Fernando Llorente, de los que Caparrós espera que «los titulares del domingo digan que hay más equipos que se los quieren llevar. Sería una buenísima señal, porque querrá decir que han destacado», ironizó.

Claro que no bastará con que sus dos estrellas destaquen. El Athletic necesita hacerlo todo bien y además superar a su rival en, al menos, un aspecto, el compromiso colectivo. «Ahí no nos pueden ganar. Si lo hacen, las posibilidades son pequeñas». «Vamos a intentar jugar un buen partido colectivamente -añadió-. Estando muy bien defensivamente y seguir generando ocasiones y haciendo goles».

Que tampoco asegura nada ante un rival «muy vertical, que en dos toques te ha matado. Tiene gente con nueve velocidades y mucha pegada. Y además, a la hora de replegar, lo hace todo el mundo». Casi nada.

Pese a todo, Caparrós se muestra optimista sobre la posibilidad de que el Athletic dé «un golpe en la mesa, para coger más confianza y para presentar nuestras credenciales. Y qué mejor que en un campo como el Bernabéu».