La amenaza de corte de agua reafirma a los promotores de la desobediencia en Ondarroa
La última maniobra del PNV para doblegar a quienes mantienen la campaña de desobediencia fiscal en Ondarroa, con la amenaza de que el Consorcio les cortará el agua, no amedrenta a los vecinos.
Agustín GOIKOETXEA | ONDARROA
El centenar largo de familias de Ondarroa que mantiene desde hace seis años una campaña de desobediencia fiscal hasta que les sean devueltos sus derechos políticos recibieron la semana pasada una carta del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia, en la que les advierten de que, al no haber abonado los tres últimos recibos trimestrales, les daban un plazo de diez días para hacerlo o en caso contrario se procederá a actuar. Al igual que ha sucedido en otras ocasiones con otros servicios, se les amenaza, en este caso, con el corte de suministro de agua, aunque lo más probable es que la mancomunidad, en manos del PNV como la Gestora, optará por la vía ejecutiva.
Esta es la valoración que hace la asamblea ciudadana que promueve la campaña «Eskubiderik ez betebeharrik ez», que subraya que el Consorcio seguirá la vía emprendida por la Diputación vizcaina con las facturas pendientes de cobro anteriores al 1 de enero de 2010, a las que aplica un recargo del 25%. «Nuestra lucha ha llegado a un punto en el que la Diputación nos está quitando el dinero de las cartillas, de la declaración de la renta, de donde pueden... Y encima con recargo», añaden.
«Tenemos asumido -prosiguen- que preferimos que nos cobren con recargo que pagar voluntariamente. Incluso hemos creado una pequeña caja de resistencia para las familias que no pudieran hacer frente al recargo».
Quienes se mantienen firmes en este modo de lucha pacífica, defienden que el impago «público y colectivo» de impuestos municipales «es una forma efectiva de denunciar la vulneración de derechos políticos que sufrimos en toda Euskal Herria, independientemente de que concretamente en Ondarroa, esa vulneración haya supuesto la pérdida de la Alcaldía y la mayoría absoluta».
Ante la respuesta, no descartan que «se trate de dar otra vuelta de tuerca, para que desistamos, ya que somos un ejemplo». Tras aclarar que ellos no son «morosos», como trata de presentarlos ante la opinión pública el PNV, les advierten de que la amenaza de corte del suministro de agua a sus domicilios y negocios no haría sino dar más publicidad a la campaña.
No es la primera vez en estos seis años en que desde el PNV se les lanza un órdago «para ver si se producían fisuras», aunque recuerdan que «su efecto ha sido justo el contrario». Ante la amenaza del Consorcio, al que Ondarroa pertenece desde hace diez meses por iniciativa de la Gestora controlada por los jeltzales, han solicitado una reunión a sus responsables. Además, los vecinos analizan «algunas fórmulas de autodefensa».
«Lo que tenemos claro es que no vamos a permitir que nadie se quede sin agua por este tema. Si lo pensamos fríamente, cortarles el agua a una familia es casi lo último que se puede hacer, es -resaltan- un castigo cuyos máximos responsables serían los miembros de la Gestora municipal impuesta por el BBB, con su presidente Félix Aranbarri al frente, con la excusa de la `gobernabilidad'».
Los ondarroarras que mantienen la desobediencia fiscal estiman que «estamos al final del túnel», partiendo de la reflexión de que «el nuevo ciclo político que se abre en Euskal Herria, traerá más pronto que tarde el fin del `apartheid' político de la izquierda abertzale, y la consiguiente suspensión de esta campaña». Insisten, al igual que lo han hecho en infinidad de ocasiones, en que «el día que nos devuelvan nuestros derechos políticos, volveremos a pagar los impuestos municipales».
Su objetivo es que la izquierda abertzale esté presente en los comicios locales de mayo «y dar fin a estas dos legislaturas de `apartheid' que han posibilitado que el PNV campe a sus anchas». Reiteran que su meta es poner fin «al chollo del PNV, que ha excluido a la mayoría del pueblo del Ayuntamiento y ha aprovechado para gobernar muy lejos de las necesidades del pueblo».
Ante el último movimiento, concretado en la amenaza del corte del suministro de agua, manifiestan que tienen «muy claro» que sus mensajes van dirigidos al PNV, no al Consorcio, «aunque no sea fácil diferenciarlos, ya que es el único responsable de la actual situación en el Ayuntamiento de Ondarroa». A.G.