El Papa y sus cardenales analizan los casos de pederastia en la Iglesia católica
Unos 150 cardenales de todo el mundo se reunieron ayer con Benedicto XVI en el Vaticano para discutir, principalmente y por primera vez, la «respuesta de la Iglesia» católica frente a los casos de pederastia cometidos por su clero, un encuentro acogido con escepticismo por las víctimas.GARA |
El papa Benedicto XVI se reunió ayer en el Vaticano con más de un centenar de sus cardenales para «reflexionar» sobre los casos de sacerdotes pederastas, la situación de la libertad religiosa en el mundo y la apertura de la Iglesia católica a los anglicanos que quieran volver.
Unos 150 cardenales, entre ellos 24 que recibirán su capelo cardenalicio mañana, participan en esta «reunión de reflexión y de oración», consagrada por la mañana a la libertad religiosa en el mundo que tuvo como base una exposición del «número dos» del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone. Un tema de ardiente actualidad tras la matanza de 44 fieles y dos sacerdotes cristianos el 31 de octubre en Bagdad por Al-Qaeda, que declaró «objetivos legítimos» a los cristianos, y la condena a muerte por «blasfemia» de la cristiana paquistaní Asia Bibi, cuya liberación ha exigido, de forma inusual, el Papa.
A la conclusión de la reunión, el Vaticano afirmó que está elaborando una carta dirigida a todos los obispos del mundo que contiene varias directivas contra la pederastia en el clero. El objetivo es dar instrucciones de «forma coordinada y eficaz» para evitar que vuelva a suceder.
La nueva ola de escándalos estalló hace un año en Irlanda, suscitando una cascada de denuncias en el mundo entero.
Es la primera vez que esta cuestión ultrasensible es tratada por el Colegio Cardenalicio. Sin embargo, el Vaticano ha tratado de evitar que se creen grandes expectativas.
A la Policía y a los tribunales
«Si el Papa y los cardenales quieren verdaderamente deberían acudir a la Policía y a los tribunales y no contentarse con verse entre ellos», señaló Joëlle Casteix, de 40 años, que acudió con otras tres víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes a protestar contra la actitud de la Iglesia católica en relación a esta cuestión.
Estas cuatro víctimas son miembro de la red estadounidense SNAP, que exige que la Iglesia transfiera a la Justicia todos los expedientes de sacerdotes culpables y convocó ayer una manifestación en la turística Piazza Navona de la capital italiana. Al final de la reunión, aunque «no teníamos grandes esperanzas porque son los mismos clérigos que lo encubrieron», reiteraron su decepción porque «desafortunadamente, aún estamos esperando [nuevas medidas] y los niños siguen siendo vulnerables».
Durante la jornada, los cardenales abordaron otros temas, como el de la conversión de los anglicanos al catolicismo.
Después de décadas de silencio, la Iglesia católica se ha visto salpicada por numerosos escándalos de pederastia, de EEUU a Australia y de México a los países europeos. Los cardenales reunidos en el Vaticano sugirieron «ir a ver lo que se pasa» en los países no occidentales y animaron a «luchar contra el gravísimo mal de los abusos sexuales».
El mayor escándalo se produjo en Irlanda, donde un informe oficial hablaba de cientos de víctimas, y donde 14.500 menores podrían haber sufrido abusos a manos de sacerdotes católicos.
Pero los casos se multiplicaron y decenas de denuncias vieron la luz en EEUU -donde un informe criminal cifró en 4.400 el número de los sacerdotes pederastas y en 11.000 los menores víctimas de abusos-, Canadá, Bélgica, Australia, México, Austria y Alemania. En todos los casos, las jerarquías católicas de los respectivos países ocultó lo sucedido.
En Alemania, sacudida desde enero por denuncias de pederastia y donde los escándalos han salpicado al propio papa Ratzinger, la Iglesia católica quiere comprar a las víctimas, a las que pretende indemnizar, como ya se ha hecho en Canadá. GARA
La Conferencia Episcopal alemana ha anunciado el viaje del Papa a su país el próximo año, probablemente en setiembre. Concentrará su visita en los obispados de Berlín y Friburgo.