El banco irlandés AIB admite la fuga de 13.000 millones en depósitos
La desconfianza en el sistema financiero irlandés sigue agrandando el agujero de los bancos. El Allied Irish Banks, nacionalizado en setiembre, anunció que la falta de confianza de los mercados internacionales ha provocado una fuga de depósitos desde enero de 13.000 millones de euros. Mientras tanto, el FMI ha comenzado a negociar con el Gobierno irlandés la ayuda que se hará pública la próxima semana.
GARA
La desconfianza en la banca irlandesa ha provocado que el Allied Irish Banks (AIB) haya perdido 13.000 millones de euros en depósitos en lo que va de año. La entidad reconoció la fuga como consecuencia de la «adversa percepción internacional hacia Irlanda y sus bancos», y explicó que la retirada de fondos se ha producido fundamentalmente entre empresas e inversores institucionales.
El banco ha admitido que las negociaciones entre el Gobierno irlandés, la UE y el FMI pueden tener impacto en el sector bancario y se prevé que «sean importantes» a la hora de determinar el sentimiento del mercado.
La entidad ha visto además cómo en los últimos meses se han complicado las condiciones de financiación en los mercados, a la vez que se ha reducido su beneficio operativo y se ha incrementado la morosidad en la cartera hipotecaria. «Las pérdidas siguen reduciendo nuestro capital», reconoció AIB, que, a instancias del Banco Central de Irlanda deberá captar 10.400 millones de euros adicionales.
Una semana para la conclusión
Mientras tanto, el equipo del FMI, formado por doce personas, comenzó ayer a analizar con el Banco Central de Irlanda (BCI) y funcionarios del Gobierno las cuentas de las entidades financieras nacionales para determinar el coste de la factura final del rescate bancario.
El primer ministro irlandés, Brian Cowen, calificó de «francas y constructivas» estas conversaciones. Una de las líneas rojas de Dublín en la negociación es el tipo del 12,5% del Impuesto de Sociedades, que no está dispuesto a aumentar. El resultado final podría anunciarse a finales de la próxima semana y coincidirá casi en el tiempo con la presentación del plan cuatrienal de ajustes con el que el Ejecutivo irlandés espera ahorrar unos 15.000 millones de euros.
La primera fase de ese plan comenzará el 7 de diciembre si el Parlamento de Dublín acepta los presupuestos del Estado para 2011, que contemplan recortes de hasta 6.000 millones de euros. «Creemos que tenemos mayoría parlamentaria para el presupuesto», aseguró Cowen. Pero tanto la oposición laborista como Sinn Féin reclamaron ayer la dimisión del gobierno y la convocatoria de elecciones.
A juicio de Sinn Féin, la intervención del FMI puede llevar al país a «salvajes recortes en salud, educación, empleos públicos y bienestar social, y al aumento de impuestos para las rentas más bajas. El FMI dijo a este respecto que, además de una económica, tiene una «agenda social»
Aunque aún no hay cifras sobre el volumen del rescate que necesitará Irlanda, el gobernador del BCI, Patrick Honohan, reconoció que la banca irlandesa necesitará «decenas de miles» de millones de euros para conseguir que los mercados internacionales recuperen la confianza. Dublín podría necesitar ayuda por valor de entre 45.000 y 90.000 millones de euros, en función de si necesita ayuda sólo para hacer frente a los problemas de su sector bancario o también para su deuda pública.
El embajador irlandés de la UE en Washington, John Bruton, calificó la llegada del FMI como un «día muy, muy triste para Irlanda», aunque Brian Cowen, afirmó que «nadie tiene que avergonzarse».
El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, pidió ayer a Europa que implemente reformas de largo alcance para restaurar un crecimiento económico dinámico y duradero. En su intervención en un congreso de banca europea en Fráncfort, Strauss-Kahn dijo que «Europa debe romper los grilletes de bajo crecimiento y dejar de establecerse como el segundo mejor». «Esta es la única forma de salvaguardar el modelo social y cumplir con el destino común europeo. Europa lo ha hecho antes mejor y lo debe hacer mejor ahora», apostilló.
En primer lugar, según Srauss-Kahn, Europa debe reparar el sector financiero. También consideró necesaria la creación de «una iniciativa de mercado laboral único» y el reequilibrio del crecimiento en el conjunto de Europa. En su opinión sólo la dirección de la Comisión Europea puede garantizar «las reformas necesarias para asegurar la estabilidad, crear empleos y asegurar crecimiento a largo plazo». Añadió que «cuando la agenda se da a los Estados miembros, las cosas se atascan. Es hora de cambiar el curso». «El Ejecutivo europeo debe tomar la iniciativa en todas las áreas clave para alcanzar el destino común de la Unión, especialmente en la política financiera, económica y social», señaló Strauss-Kahn. Hizo hincapié en que los países deben estar dispuestos a ceder más autoridad al Ejecutivo para lo que es necesario diseñar mecanismos para aplicar las reformas.
En el mismo encuentro se llevó a cabo una encuesta entre los bancos participantes. El 75% de ellos opinó que el rescate de Irlanda no evitará el contagio al resto de la Unión y que la crisis que ha sacudido la zona euro continuará y se trasladará de un país a otro. GARA
El presidente de la Reserva Federal de EEUU, Ben Bernanke, defendió la decisión de esta institución de aplicar más estímulos monetarios mediante la recompra de bonos a largo plazo del Tesoro por 600.000 millones de dólares con el fin de apuntalar la recuperación de la economía de EEUU. Desde Fráncfort, Bernanke respondió a las críticas afirmando que «la evidencia sugiere que la compra de activos puede ser una herramienta efectiva». Pero a la vez no ahorró críticas a «autoridades de algunos países emergentes que intervienen en el mercado de divisas para evitar o frenar la apreciación de sus monedas». GARA
