GAL, asunción de responsabilidades y paz
Pronto se le ha olvidado al lehendakari, Patxi López, su discurso del Día de la Memoria, hace poco más de una semana. Entonces dijo que «lo importante, lo perentorio, es reconocer la actualidad de la injusticia cometida. No importa el tiempo transcurrido». Ayer se refugió en que el recuerdo de los GAL son «fantasmas del pasado». Veintidós muertes impunes desmienten al lehendakari cuando dice que ese pasado ha sido «juzgado y condenado». De hecho, la levedad de las condenas cumplidas en los pocos casos juzgados contradicen también cualquier discurso sobre el Estado de Derecho. Además, la hemeroteca está también ahí para rebatir las palabras de López sobre la posición de su partido ante los GAL y los enjuiciados por ello. El secretario general del PSE no puede olvidar que tres dirigentes de su partido fueron condenados por secuestros y muertes.
Enlugar de tratar de dar lecciones de ética desde el pedestal de «nosotros los demócratas» o de escurrir el bulto para intentar quitarse los muertos de encima, López podría tener la gallardía o el cinismo de Felipe González para comenzar a asumir la realidad de ese pasado. No piense que la edificación de un futuro en paz podrá hacerse sin que todas las partes reconozcan sus hechos, ni que el Estado saldrá indemne del ejercicio de la memoria.