La gestión y la propiedad, claves para su futuro
Un año de negociaciones no evita el cierre «temporal» de Chillida Leku
El museo Chillida Leku confirmó ayer que cerrará sus puertas a partir del 1 de enero de forma «temporal», aunque sus gestores no descartan clausurarlo definitivamente si las negociaciones que mantienen con la Diputación de Gipuzkoa y con el Gobierno de Lakua no llegan a buen término. Tal y como adelantó GARA en su edición del sábado, la familia del escultor ha optado por tramitar un ERE que entrará en vigor a partir de la misma fecha.
Ariane KAMIO | DONOSTIA
La familia Chillida ha decidido cerrar las puertas del museo de forma «temporal» a partir del 1 de enero y sin fecha de reapertura. Además, tal y como adelantó GARA la semana pasada, ha solicitado la tramitación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para sus 23 trabajadores que entrará en vigor a partir de la misma fecha y que se aplicará en el primer semestre de 2011. La crisis ha sido la razón principal por la que los gestores del museo, ubicado en Hernani, han decidido aplicar estas medidas. «Esta decisión ha sido motivada por la situación de déficit recurrente que, al igual que la práctica totalidad de museos de obra artística, padece el museo y que se ha visto agravada por la crisis económica general, disparando las cifras deficitarias a niveles insostenibles desde la perspectiva de una iniciativa privada», aseguraba ayer el museo en una nota de prensa firmada por Luis Chillida, director e hijo del desaparecido escultor donostiarra.
Desde su inauguración en el año 2000, este museo enclavado en la finca Zabalaga de Hernani, ha recibido 810.000 visitas, convirtiéndose así en el primer museo de arte de Gipuzkoa en número de visitantes. Sin embargo, en los dos últimos años el museo ha visto descender el número de personas que han acudido a conocer de primera mano el legado de Eduardo Chillida, pasando de los 90.000 visitantes a los 30.000.
El museo, gestionado íntegramente por la familia Chillida, sí recibe subvenciones institucionales. En 2010, recibió 40.000 euros desde la Diputación, y otros tantos desde el Departamento de Turismo del Ayuntamiento donostiarra. Estas cifras, sin embargo, no han sido suficientes para solventar la grave situación económica que atraviesa el museo, un hecho que ha llevado a sus gestores a mantener negociaciones con la Diputación de Gipuzkoa y con el Gobierno de Lakua. Su futuro, por tanto, depende ahora de los acuerdos que se consigan en estas negociaciones, ya que, si no resultan ser fructíferas, no descartan cerrar la pinacoteca de forma definitiva. «El museo sigue abierto a un acuerdo que respete las condiciones que considera imprescindibles para asegurar la continuidad del mismo tal y como las definieron Eduardo Chillida y Pilar Belzunce, sus creadores», se desprende de la misma nota.
Piden discreción
Las otras dos partes implicadas, la Diputación de Gipuzkoa y el Gobierno de Gasteiz, lamentaron ayer nuevamente el cierre del museo Chillida Leku, aunque ambas instituciones confirmaron que la noticia no les cogió desprevenidas; desde Lakua informaban de que llevan más de un año manteniendo encuentros con la familia. Ambas instituciones coincidieron en su compromiso por «hacer todo lo posible» por su continuidad y reclamaron, para ello, la mayor discreción posible.
La diputada de Cultura, María Jesús Aranburu, reconoció que no se plantea un cierre total de este espacio expositivo dedicado a la obra del escultor Eduardo Chillida. Pero advirtió de la necesidad de transmitir dos mensajes «claros»: «Primero, que junto con el Gobierno Vasco estamos en relación con la familia para dar una solución a la situación y que la obra de Eduardo siga presente en nuestra vida social. En segundo lugar, discreción, para que esas relaciones lleguen a buen término para que, en el plazo más breve posible, con el buen tiempo podamos volver a encontrar las puertas de Chillida Leku abiertas», dijo.
Desde Lakua reconocieron que los contactos con los gestores llevan produciéndose desde hace más de un año, «con el compromiso de elaborar un sólido informe de situación tanto de la gestión del espacio actual como de la propiedad del mismo, que sirva para emprender una negociación a varias bandas que, de resultar exitosa, asegure la continuidad futura de Chillida Leku».
A día de hoy, ese informe técnico ya está concluido y presentado a la familia Chillida, con lo que acaba de inicarse el proceso de negociación para tratar de buscar una solución futura sobre esa doble base: un modelo de gestión sostenible para el espacio y un estudio de posibilidades para compartir la propiedad patrimonial del mismo.
El Ejecutivo de Patxi López hizo hincapié en la grave situación de crisis económica que atraviesa también Euskal Herria, pero resaltó que «ello no es óbice para encarar, como se viene haciendo, un problema de envergadura -la continuidad de Chillida Leku- y buscar entre todos los afectados y concernidos la mejor de las soluciones posibles».
El alcalde de Donostia, Odón Elorza, por su parte, destacó que «no creo que hacemos bien en plantear y en crear nuevas ofertas culturales de envergadura y en comprometer elevadas inversiones y gastos corrientes para su posterior funcionamiento, sin tener en cuenta la existencia de otras instalaciones o festivales de trascendencia que representan la oferta cultural singular del País Vasco, pero que malviven con presupuestos escasos y ayudas insuficientes. Es el caso de Chillida Leku o el Festival de Cine de San Sebastián».
A pesar de la clausura temporal, el museo seguirá llevando a cabo todas aquellas actividades paralelas que se desempeñan con independencia del cierre al público, como son la conservación del patrimonio artístico o la realización de exposiciones.
El portavoz de la Diputación de Gipuzkoa, Eneko Goia, informó ayer de que durante este mes de diciembre las instituciones acordarán el futuro de Tabakalera; un proyecto que se encuentra en situación de «parón técnico» desde el pasado mes de mayo. El 20 mayo pasado, en vísperas del inicio de las obras de la futura Tabakalera, la Diputación de Gipuzkoa, el Gobierno de Lakua y el Ayuntamiento de Donostia anunciaron que el proyecto del Centro Internacional de Cultura Contemporánea de Donostia (CICC) no se paralizaría pero experimentaría «un redimensionamiento» que conllevará «una reducción sustancial del presupuesto» y un retraso de las obras. La raíz de todo, unas declaraciones de Elorza a un diario local en las que se descolgaba de todo lo acordado anteriormente y pedía públicamente que se redefiniera el proyecto de Tabakalera alegando limitaciones presupuestarias. El sorpresivo anuncio y la paralización de facto de todos los pasos previstos -los otros dos socios, Diputación y Lakua, se encontraron con un problema económico difícil de asumir, pese su apoyo a Tabakalera- provocaron la dimisión inmediata del director del Centro Internacional de Cultura Contemporánea, Joxean Muñoz.
Según parece, este mismo mes se dará a conocer cómo será la Tabakalera del futuro. «No puedo dar fechas -explicó Eneko Goia-, pero sí puedo decir que todas las instituciones implicadas mantenemos el objetivo de que a lo largo de diciembre haya una decisión al respecto». Según el documento en el que trabajan las tres instituciones, y que ha sido adelantado nuevamente por un diario donostiarra, el edificio se inauguraría en 2015, con dos años de retraso sobre lo previsto, y las obras arrancarían el próximo año con una partida de siete millones de euros del Gobierno español. Parece que en lo económico habría acuerdos, aunque las desavenencias entre los tres socios serían evidentes. Se habría pospuesto la elección de un director a cargo del proyecto -la gerente del CICC, Miriam Anitua, sustituye temporalmente a Joxean Muñoz- y los contenidos todavía estarían sin definir, aunque se habla de un traslado de la sala Kubo al edificio o la creación de una Escuela Superior de Medios Audiovisuales. GARA