La trayectoria de la revista musical «Muskaria» duró siete años, concretamente desde 1980 hasta 1987, recorrido en el que publicó treinta números. Una corta pero intensa vida que dejó rastro en sus lectores y la convirtió en una referencia ineludible de aquello que se conoció como rock radical vasco. 23 años después de su cierre, la asociación cultural portugaluja Banizu nizuke acudió a la Azoka de Durango con una reedición que recopila, además de los ejemplares publicados, un número especial, donde se han recogido los testimonios de las personas que colaboraron en el fancine, así como varios artículos sobre los orígenes.

El conocido periodista Roge Blasco explicó que, en aquella época, se dieron cuenta de que los medios de comunicación no hablaban sobre los grupos vascos y decicieron que tenían que suplir ese vacío. «En la época fue muy innovadora pues se trataba de una revista que hablaba sobre el rock vasco; era el fancine de los fancines. De subtítulo llevaba `Kalean musika', frase que reflejaba el deseo de tomar las calles que los jóvenes teníamos entonces ».

En esa misma época, según Blasco, hubo un «boom creativo», en el que proliferaron los conciertos, los fancines, los gaztetxes y las radios libres. «Se creó añadió- la etiqueta de `rock radical vasco'».

Reconoció que no tenían «ni idea» de cómo se hacía una revista, ni cómo se maquetaba. «Ni siquiera había hecho una entrevista y, eso que por aquel entonces cursaba tercero de Periodismo -bromeó-. Nadie creyó en nosotros, pero hubo mucha gente que nos echó una mano, como Roberto Moso».

En sus páginas se habló de grupos tan conocidos como Barricada, Hertzainak, Izukaitz o Kortatu, aunque la fama les llegó más adelante. «Descubrimos a grupos como Zarama, considerado el primer conjunto en hacer rock urbano en Euskal Herria. Hertzainak, por ejemplo, acababa de hacer su primera maqueta y Barricada no tenía más que tres o cuatro canciones».