El obispo de Baiona, Pau y Lescar, Marc Aillet, presentó ayer una carta pastoral poco habitual, tanto por su extensión -215 páginas- como por su contenido, que traza las orientaciones a seguir en los próximos años.

El documento se dirige, en primera instancia, a sacerdotes, clérigos consagrados y diáconos, pero también a los Consejos parroquiales en los que participan seglares. Y es que, como lo indica su título -«La caridad de Cristo nos apremia. La urgencia de la misión»-, para el primer prelado de la diócesis «es prioritario recuperar una de las primeras misiones que encomendó Jesucristo a los apóstoles, cual es la difusión de su mensaje, del Evangelio».

Para ello, Aillet enumera diez pistas, entre ellas, la creación de un Observatorio de la Misión que reflexionará sobre los medios a poner en marcha para la tarea marcada; la Pastoral de la Juventud como «medio privilegiado» de dirigirse a ese sector; la constitución del Observatorio socio-político «para impulsar la presencia de cristianos en la sociedad, el compromiso de los católicos en política, el diálogo y la reflexión entre sociedad y electos, en particular para promover la Doctrina social de la Iglesia, que es un instrumento auténtico de la nueva evangelización».

Patrimonio cultural

Tras señalar el peso de la cultura y la lengua en Ipar Euskal Herria y la «implicación de la Iglesia a la hora de transmitir ese patrimonio», el obispo reconoce que es un ámbito en el que también ejercen colectivos y organismos sociopolíticos «desde una óptica más laica e, incluso, secularista o anticlerical».

El prelado considera que, «como en otras regiones, la fe cristiana está en el origen de la cultura local» y subraya «la importancia de que los cristianos recuperen la oportunidad de la lengua, «no, en primer lugar, para promover ideales de orden social o político que siguen siendo ajenos a la misión específica de la Iglesia, sino para anunciar el Evangelio» por lo que desea instaurar «una sección específica para retomar la cuestión de la evangelización de la cultura local».

Plantea, asimismo, crear una pastoral de «acogida, escucha y evangelización» para los peregrinos del Camino de Santiago, que debería definirse en colaboración entre las diócesis francesa y española, atravasedas por la histórica ruta.