Las únicas noticias sobre los ocho jóvenes independentistas que fueron apresados e incomunicados este jueves por la Policía española llegaron ayer con la respuesta negativa por parte de la Audiencia Nacional española a la petición de habeas corpus presentada por sus abogados.

Según informó ayer el movimiento pro amnistía en una nota, no había ninguna otra novedad sobre el estado en el que se encuentran los arrestados, ya que continuó aplazándose su conducción ante el juez para ser interrogados.

La operación policial del pasado jueves, dirigida por el magistrado Fernando Grande-Marlaska, ha sido la tercera redada contra el movimiento juvenil independentista en los últimos meses. Unos doscientos efectivos de la Policía española participaron en el operativo, que se saldó con seis jóvenes acusados de «renovar» Segi y de dos abogados de presos políticos.

Además de la petición de ser conducidos ante el juez cuanto antes, la defensa también había solicitado que se aplicara el denominado «protocolo Garzón», a fin de prevenir que los detenidos sean torturados. Sobre esta cuestión, no obtuvieron respuesta alguna.

No al «protocolo Garzón»

Ante la prolongación de la incomunicación en dependencias policiales, la defensa de estos ciudadanos vascos también ha reclamado que se permita la visita de un médico de confianza, que sean grabados en todo momento y que los familiares conozcan dónde y cómo se encuentran.

Estas tres peticiones son el eje del comentado protocolo contra la tortura, una práctica que han denunciado haber sufrido 57 personas arrestadas en distintas operaciones policiales desarrolladas este año, según datos facilitados por el movimiento pro amnistía.

El organismo antirrepresivo también precisó en la citada nota que cuarenta de esas personas han sido arrestadas e incomunicadas por orden del propio Grande-Marlaska.

En este sentido, el movimiento pro amnistía expresó su preocupación por el estado en el que puedan encontrarse los detenidos y señaló que la situación de incomunicación podría prolongarse hasta el lunes.

Mientras tanto, prosiguen las movilizaciones que exigen la puesta en libertad de los detenidos. Así, el jueves un centenar de personas se concentró en el barrio iruindarra de la Txantrea en apoyo a su vecina Izaskun Goñi, detenida ese mismo día. Además, el viernes se colocó una barricada en la calle San Cristóbal.