Fuenlabrada es la próxima cita liguera de Bizkaia Bilbao Basket. Los hombres de negro se enfrentan al conjunto «pobre» de Madrid, un equipo humilde que, consciente de sus limitaciones, convierte su pabellón, el polideportivo Fernando Martín, en una olla. Pues en ese puchero tratará de buscarse el cocido el cuadro bilbaino.

Porque no cabe duda que el duelo de esta tarde tiene mucha sustancia. Por lo pronto, los de Salva Maldonado dicen estar más pendientes de la salvación que de codearse con la zona noble de la Liga ACB, pero están empatados con Bilbao Basket a seis victorias, cinco de ellas logradas en el Fernando Martín, donde permanecen invictos, y si se imponen se arrimarán muy mucho a poder estar en la Copa, igual que los de Katsikaris. De ahí que se pueda aseverar que este partido no va a tener desperdicio.

La bestia y la revelación

Este peculiar equipo, capaz de albergar como local a equipos como el Partizan de Belgrado en la temporada 1991/92, en plena guerra de los Balcanes, y formar un ambiente tan favorable a los «sepultureros» -incluso frente a Estudiantes o el Joventut- como en el Pionir, ha vuelto a conjuntar un cuadro competitivo que tiene en el trío compuesto por Esteban Batista, Gustavo Ayón y Xavi Rabaseda su referencia ofensiva principal.

El pívot uruguayo, que ya sabe por ejemplo lo que es jugar una final de la Euroliga -disputó la Final Four de Madrid 2008 en las filas del Maccabi de Tel Aviv-, es el principal referente de los fuenlabreños. Es el cuarto máximo valorado de la liga y el segundo mejor reboteador. De sus puntos y de su garra depende el «Fuenla». Bien se ha notado un bajón de su aportación en las derrotas sufridas en Valencia -sólo 7 puntos- y Manresa -8 tantos y 7 balones perdidos-. Mavroeidis y Hernández-Sonseca deberán ponerse las pilas para frenar al charrúa.

Otro de los duelos más atractivos enfrentará a Axel Hervelle y el mexicano Gustavo Ayón. El «chavo» es el tercer máximo taponador de la ACB, y es capaz de hacerse con casi la totalidad de los rebotes que Batista deja sueltos, amén de fajarse en defensa como pocos. Una buena manera de frenarlo puede ser enviarlo a la línea de tiros libres, ya que presenta un verdadero agujero negro en esa faceta, con un horrible 3 de 11.

Sobre este dúo, Katsikaris opinaba que «obligan a jugar muy bien para ganarles, sobre todo en casa». Por ello, solicitaba a los suyos, principalmente a los pívots, «salir concentrados, defender bien y controlar la pintura como colectivo».

La otra pata ofensiva de los madrileños la firma Xavi Rabaseda. El «ruso», cedido por el Barcelona, está siendo la revelación de la campaña. Este alero es una amenaza tanto en el tiro como en transición, y le sobra físico para defender, aunque todavía le cueste. Habrá que ver si Warren -si logra ofrecer el nivel del pasado derbi- o Mumbrú consiguen castigarlo a base de penetraciones o jugándole en el poste bajo.