Caja laboral baskonia Derrota frente al Real Madrid en Zurbano
Olentzero se disfraza de baskonista
Los de Gasteiz ganaban 66-59 a tres minutos del final, pero se confiaron y cayeron ante un Real Madrid bien dirigido por Prigioni.
CAJA LABORAL BASKONIA 67
REAL MADRID 72
Arnaitz GORRITI
Sí, el titular es de lo más recurrente ante las fechas que se avecinan, pero el final del partido de ayer sólo se puede explicar a través del espíritu navideño, o algo así. El Caja Laboral Baskonia desperdició una ocasión diáfana para igualar en la cabeza de la liga a un Real Madrid que, sin brillo, pero bien dirigido por Prigioni y con Reyes y Suárez imponiéndose en el rebote, remontó en un partido con demasiados vaivenes.
El choque tuvo más emoción que calidad, lleno de parciales alternativos y con un escaso acierto en el triple. Las mejores acciones se vieron bajo los aros, en el que Pape Sow cuajó una buena actuación en su debut. Pero sobre todo destacó Barac, principalmente en un segundo cuarto en el que anotó 15 tantos.
Sea como fuere, el cuadro baskonista siempre pareció tener el duelo bajo control. Más aún cuando a falta de tres minutos campeaba por 66-59 tras un triple de Teletovic. Pero parece ser que los de Ivanovic vieron el partido tan en la mano que se les olvidó cerrarlo. El propio técnico sacó de la cancha a unos Logan y Ribas que estaban haciendo una buena labor y puso a Oleson y Huertas, cuando éstos ayer no estaban para nada. El juego baskonista se apagó, con Teletovic obcecado en jugárselas él, sin que nadie buscara a un Barac que para dominar necesita que le den balones, y un San Emeterio eclipsado por Suárez.
Así, tacita a tacita, rebañando rebotes en ataque y metiendo el hocico en los agujeros del entramado defensivo baskonista, Prigioni halló a Reyes y a Fischer y arrebató un rechace a San Emeterio para que Tucker culminase la remontada con un triple: 66-67 y tiempo muerto.
Aún más despropósitos
Faltaban 26 segundos y había tiempo. Pero Huertas prefirió meter el turbo en una penetración que se perdió por la línea de fondo cuando el paulista se botó el balón en el pie.
Los pocos segundos que quedaban iban a ser un carrusel de tiros libres. Así, Suárez dio una opción a los gasteiztarras errando un tiro libre, pero San Emeterio primero y Teletovic después, se vistieron de entrañables carboneros dejándose sendos tiros libres y, de paso, el partido.