Lagun Aro GBC
La Copa asoma por el Mirador de San Nicolás
A. G.
Uno de los lugares más bonitos de la capital nazarí es el Mirador de San Nicolás, un lugar emplazado en el barrio del Albaicín, desde donde se domina toda la Alhambra. Llegar andando a ese emplazamiento supone un gran esfuerzo, tanto porque el propio barrio está situado en un alto, y por el calor que reina, y la ingente cantidad de turistas que se citan a sacar una foto de la Alhambra, sobre todo a partir del atardecer.
Así fue la victoria de Lagun Aro GBC sobre el Granada: sudada, trabajada y merecida, sorteando los obstáculos que le ponía el cuadro nazarí. Lagun Aro GBC obtuvo ayer su primera victoria en la cancha del Granada. Más que nunca, el juego colectivo surtió el efecto deseado en las huestes de Pablo Laso, que dio un paso de gigante en la enloquecida carrera por colarse en la Copa.
Aunque Doblas y Miralles desde dentro y Uriz y Salgado desde fuera llevaran el peso del partido, los de Trifón Poch no se rendían nunca, y devolvían golpe por golpe. Ahora Kurz, ahora Prestes, más tarde Korolev, y Owens y Stefansson en el segundo tiempo, dieron muchos dolores de cabeza a los guipuzcoanos, que vieron cómo después de dominar en la primera mitad e irse al descanso 24-34, el Granada les remontaba y se ubicaba por delante al comienzo del último período: 51-49.
Pero a diferencia de Boabdil, que lloró después de no haber defendido con éxito el último bastión musulmán de la Reconquista, los de Laso estaban dispuestos a amarrar su séptimo triunfo. Primero fue Lorbek quien dio un respiro con dos triples, pero no fue sino Baron, que con siete puntos seguidos, certificó un triunfo que ojalá le sirva al cuadro guipuzcoano para hacer historia.