El mal tiempo volvió a paralizar Gran Bretaña con el cierre de las pistas en los aeropuertos internacionales de Heathrow y Gatwick, este último habría reabierto por la tarde pero con muchos vuelos cancelados, según la BBC.

También se vieron afectados los aeropuertos británicos de London City, Exeter, Cardiff, Aberdeen y Bristol.

Al igual que en Alemania, el Estado francés, Países Bajos y el centro de Italia, la nieve y las bajísimas temperaturas causaron además en Gran Bretaña, que vive el invierno más frío -sin que haya empezado aún- desde 1910, situaciones caóticas en carreteras y en los ferrocarriles.

Cientos de automovilistas pasaron buena parte de la noche encerrados en sus vehículos en la autopista M6 en la zona del gran Manchester (Inglaterra) como consecuencia del temporal.

El servicio meteorológico prevé fuertes nevadas en el norte de Escocia, norte de Irlanda, Gales y partes de Inglaterra y, además, anuncia que las bajas temperaturas podrían durar un mes.

El transporte ferroviario también se vio afectado. El Eurostar, que une París y Bruselas con el sur de Inglaterra, sufrió retrasos. Las compañías de trenes británicas restringieron el servicio en el sudeste de la isla.

También, los principales aeropuertos de Bélgica y Países Bajos registraron ayer cancelaciones e importantes retrasos. Aunque el aeródromo de la capital belga funcionaba con normalidad tuvo que cancelar varios vuelos a Países Bajos, Suiza y Alemania, debido a los problemas en los aeropuertos de destino.

En el aeropuerto de Amsterdam-Schiphol, se cancelaron decenas de vuelos y unas 3.000 personas tuvieron que pernoctar allí. Los problemas en las carreteras neerlandesas, con kilométricos atascos por la nieve y el hielo, y en la circulación de los trenes impidieron a muchos de ellos regresar a sus casas.

Algo similar ocurrió en el centro de Italia, donde cientos de automovilistas tuvieron que pasar la noche en sus coches atrapados en la autopista A1, que atraviesa el país de norte a sur y que aún permanece bloqueada en la región de la Toscana.

El aeropuerto de Florencia (Italia) anuló todos los vuelos, al menos por la tarde, y el de Pisa fue cerrado hasta nueva orden. Ambos aeródromos son centros del tráfico aéreo para las compañías de bajo coste. La Cruz Roja instaló camas de campaña para atender a los pasajeros.

Realojados

En la estación de trenes de Florencia, centro de conexiones ferroviarias de alta velocidad entre Milán y Roma, la circulación de trenes quedó interrumpida por la noche y 5.000 pasajeros fueron realojados en un centro de congresos cercano.

Aviación Civil en el Estado francés anunció la supresión del 15% de los vuelos previstos ayer por la tarde en el principal aeropuerto francés, el parisiense de Roissy-Charles de Gaulle, mientras que el resto, incluido el otro de la capital, el de Orly, no están afectados por el temporal.

También en el norte y oeste del Estado francés se registraron problemas circulatorios por la ola de frío y nieve, que dificulta el tráfico en las carreteras -prohibido para camiones en muchas regiones- y los trenes del país. Treinta departamentos, la mayor parte de ellos del oeste, siguen en alerta.

Tras una nueva nevada, ayer por la tarde, el servicio de autobuses quedó prácticamente suspendido en París y alrededores.

Alemania, que lleva casi tres semanas bajo una capa gruesa de nieve provocada por el temporal bautizado «Petra», volvía ayer lentamente a la normalidad, tras los centenares de vuelos cancelados y las retenciones kilométricas en las carreteras registradas el viernes.

Los mayores aeropuertos del país, con Francfort (oeste), Múnich (sur), Düsseldorf (oeste) y Tegel-Berlín (noreste) a la cabeza, recuperaban poco a poco la normalidad aunque muchos acumulaban retrasos y seguía habiendo cancelaciones En Franc- fort unos 2.500 pasajeros quedaron bloqueados y tuvieron que pasar la noche allí. La compañía aérea Lufthansa aconsejó ayer a sus clientes que tomaran el tren, pero la nieve también afectaba al tráfico ferroviario en Alemania.

La situación en las carreteras mejoró y en Renania del Norte-Westfalia, la región más afectada por copiosas nevadas, apenas hubo atascos, después de que el viernes llegaran a sumarse 200 kilómetros de retenciones.

En el este de Austria se produjeron graves problemas de tráfico, mientras que en los Alpes del oeste las autoridades elevaron la alarma de peligro de aludes.

También cerraron temporalmente los aeropuertos de Budapest y Montenegro.