ATHLETIC Victoria en el Ciudad de Valencia
La puntería salva a Míster Hyde
Los rojiblancos acaban con su sangría como visitantes, pese a volver a ofrecer una imagen paupérrima. Igor Gabilondo, con un lanzamiento de falta espectacular, y Javi Martínez firmaron los goles de un Athletic que podría comer el turrón en posiciones europeas.
Amaia U. LASAGABASTER
Toca semana de resultadismo, a no ser que uno quiera pasar las Navidades con el semblante de Mister Scrooge. Porque el Athletic volvió a ofrecer ayer la de otro personaje siniestro, Mister Hyde. Que para los rojiblancos es como el genio de la lámpara pero en versión maleta; aparece cada vez que la abren para sacar la equipación de visitante.
Así que, definitivamente, para lucir una sonrisa más propia de las fechas, mejor pensar en los tres puntos que sumó el equipo bilbaino, con los que no hay lectura negativa posible. Acaban con la pésima racha del Athletic, que acumulaba cinco derrotas consecutivas a domicilio, algunas con goleada incluída. Y, a expensas de cómo acabe la jornada, pueden permitir al equipo comerse el turrón en posiciones europeas. Llegaron, además, gracias a un golazo de Igor Gabilondo -similar al que anotó la semana pasada David López, aunque por la escuadra opuesta- y con la primera diana de Javi Martínez. Y aquí tendría que acabar la crónica si tuviera que ser exclusivamente positiva. Porque no hubo más que rascar en el Ciudad de Valencia, donde el Levante fue mejor que su rival en todos los aspectos menos uno, precisamente el que soluciona los partidos. La puntería, que salvo a Mister Hyde.
Excusables, hasta cierto punto, fueron los problemas en defensa. Si la zaga titular es aficionada a los errores, no se puede exigir la perfección -no se hizo y, desde luego, tampoco la alcanzaron- a tres futbolistas que apenas han tenido minutos desde que arrancó la temporada, ni juntos ni por separado. Forzado por los problemas físicos, Joaquín Caparrós sólo pudo mantener sobre el césped a Andoni Iraola, que completó la zaga junto a Ustaritz, Aitor Ocio y Xabi Castillo.
Más sancionable es lo que sucedió con el centro del campo. David López y Pablo Orbaiz se habían reivindicado una semana antes, pero ayer estuvieron al mismo nivel, ínfimo, que sus compañeros. El técnico, además, recurrió a aquel trivote que tantas críticas pero tan buenos resultados le valieron la temporada pasada. No ayer, cuando el supuesto fortalecimiento del centro del campo brilló por su ausencia, el Athletic nunca controló el partido. Tampoco ayudó la lesión de Fernando Llorente que, con problemas musculares, dejaba al equipo sin su, ayer, única referencia ofensiva para el cuarto de hora.
Para entonces el Athletic ya marchaba por delante en el marcador. El propio Llorente había forzado una falta cercana a la frontal del área, a por la que corrieron David López e Igor Gabilondo. Mejor ubicada ésta para un zurdo, el añorgatarra se puso el guante y prácticamente calcó el golazo que había conseguido su compañero frente al Espanyol. Dos minutos más tarde se lesionó Llorente y las luces rojiblancas, que tampoco habían brillado más que en el gol, se apagaron por completo. El empate no tardó en llegar. Falló la banda, la defensa y el portero y acertó Caicedo, prolongando su buen momento.
Con el gol levantinista también llegaron los peores minutos del Athletic, que llegó a protagonizar acciones de auténtica charlotada, pero que consiguió llegar vivo al descanso. Una tónica que no varió en la reanudación, con el equipo de Luis García como claro dominador del choque y el de Joaquín Caparrós desaparecido. Y con una buena ración de sustos que llevarse a la boca: la mano involuntaria de Aitor Ocio que el árbitro pitó, pero sacó fuera del área, el córner que Rubén Suárez envió al larguero o la contra que acabó con Iraizoz, Orbaiz y Castillo por el suelo, evitando éste último in extremis el remate de Caicedo. Sin olvidar el gol anulado a Sergio por ajustado fuera de juego.
Pero los sustos no suben al marcador. Los goles sí. Y en ese apartado, el Athletic estuvo inmaculado. A un cuarto de hora del final, Javi Martínez forzó una falta, Gabilondo la botó y el propio navarro se sacó un testarazo que no hizo justicia pero supo a gloria.
Fue más difícil que de costumbre descifrar el discurso de Joaquín Caparrós. El técnico reconoció que tocaba realizar ejercicio de autocrítica, pero no sólo se lo reservó para la intimidad, sino que prefirió analizar el resultado por encima de la paupérrima imagen ofrecida por su equipo.
Resultó evidente que, para el utrerano, los tres puntos eran más importantes que nunca. «Después de la mala racha que llevamos fuera de casa, era importante sumar. En un partido que no ha sido bueno futbolísticamente, nos quedamos con el resultado», reconoció Caparrós, que quiso recordar que «en este campo el Levante tiene buenos números. Aquí empató el Madrid y perdió el Atlético».
Así que el entrenador rojiblanco acabó contentísimo con los tres puntos -«a ver si los hacemos mejores en el próximo de casa»-. Pero también, y de manera más sorprendente, con «el trabajo del equipo». Una afirmación que, unida a su reflexión sobre la autocrítica, no dejaba muy claro si la actuación de sus hombres le había agradado, más allá del resultado. «Aun ganando, los técnicos tenemos que hacer autocrítica, no podemos quedarnos con la euforia, porque a buen seguro que no hemos hecho cosas bien. Siempre hay cosas que mejorar. Hoy hemos ganado y lo importante es los puntos que tenemos y que estamos ahí». Insistió, en este sentido, en que «aun no jugando un buen partido, hemos podido sacar los tres puntos. Otras veces lo hemos hecho mejor, hasta nos han dicho que somos el mejor equipo que ha pasado por algunos estadios, pero nos hemos llevado cuatro goles. Así que estoy muy contento, porque nos hemos llevado lo máximo que te puede dar un partido, que son los tres puntos».
Entre los protagonistas del choque, Xabi Castillo acabó satisfecho con su respuesta. «Físicamente me he sentido bien, he acabado bien. Y durante el juego bastante bien, mejor de lo esperado», aseguró el lateral de Durango, que espera que éste sea el inicio de una nueva etapa para él.
Javi Martínez, por su parte, siguió a su técnico y se quedó con el resultado. «Es muy difícil aquí, donde el Levante ha sacado muchos puntos, y Caicedo es un jugador en estado de gracia, y creo que eso le da más valor al triunfo», destacó el navarro, feliz con lo que fue su primer gol de la temporada. «Ya era hora, llevaba tres o cuatro palos. Tenía muchisimas ganas de marcar y más un gol tan importante como éste», reconoció. GARA
Fernando Llorente tuvo que retirarse al cuarto de hora de partido. Un primer diagnóstico habla de una «probable lesión en los músculos rotadores de la cadera izquierda», aunque los médicos del Athletic aguardarán a su evolución y las pruebas que se le realicen en las próximas horas. Joaquín Caparrós ya admitió ayer que no podrá jugar en el Camp Nou.
La sobrecarga que ya le había impedido entrenar la víspera dejó ayer a Mikel San José fuera del once. Fue la primera ausencia en lo que va de temporada para el navarro, que había disputado completos los quince partidos anteriores, además de la eliminatoria copera frente al Alcorcón. Gorka Iraizoz y Andoni Iraola son los únicos jugadores que han disputado todos los minutos de competición.
Iker Muniain celebra hoy su mayoría de edad, pero lo hace sin haber alcanzado los 50 partidos oficiales con el Athletic, después de que ayer se cayera del once titular y tampoco saltara como recambio en el segundo tiempo.
El Athletic regresó anoche a Bilbo y hoy comenzará a preparar en Lezama (10.30) la visita copera que efectuará el martes al Barcelona.