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Atronador punto final a «La tierra está sorda» en el Anaitasuna

Barricada dijo ayer adiós a «La tierra está sorda» en el Anaitasuna. El pabellón se llenó hasta arriba con miles de fieles de la banda. Primero se tocaron todas las canciones del nuevo disco centrado en recuperar la dignidad de los republicanos, para rematar, como acostumbran, con los mejores temas del grupo txantreano, que cumple ya 28 años.

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Aritz INTXUSTA | IRUÑEA

El Pabellón Anaitasuna rugió cuando subieron al escenario el Boni, Ibi, Alfredo Piedrafita y el Drogas. Con tono de despedida pero, en el fondo, siendo tan sólo un hasta pronto, Barricada puso el broche de oro a la gira de «La tierra está sorda» y lo hizo, como siempre, en casa y ante su público. Se hicieron esperar sólo unos minutos. Fuera quedaba una cola inmensa de espectadores cuando comenzaban a sonar los primeros golpes de bombo.

No sobró una sola entrada. Más de cuatro mil personas esperaban ansiosas una vez más para ver al grupo que ha compuesto la banda sonora de las vidas de muchos navarros. Son 28 años ya desde que el Drogas y el Boni empezaron a tocar juntos, «Noche de Rock and Roll» (1983) sería su primer disco. Sin embargo, en esta ocasión hubo que esperar para escuchar los clásicos de la banda.

El Drogas arrancó con «Los escolapios desfilan» y el gentío coreó: «Bajo palio», el estribillo de «Desfilan». Después llegaron las palabras de bienvenida al público, que se convirtieron de nuevo en dardos contra la iglesia católica, porque como explicó la voz de la banda txantreana: «La iglesia siempre ha estado en el mismo sitio».

Fieles a la filosofía que han mantenido durante toda la gira, el concierto arrancó con los temas de la «La tierra está sorda», un proyecto de madurez de la banda, más suave, con una mayor apuesta por las letras, y con un objetivo: difundir la memoria de los represaliados tras el golpe de Estado de 1936.

«La tierra está sorda», sin embargo, no templó los ánimos, sino que los agigantó. El público respondió con entusiasmo al espíritu del nuevo trabajo, un proyecto personal del letrista y voz de la banda txantreana, Enrique Villarreal, que ha defendido tanto sobre el escenario como en charlas en colegios.

A cierre de esta edición, la primera parte del concierto continuaba. Después llegaría el turno de recordar viejos temas. Quedaban horas de música.

Un trabajo para el recuerdo y un recuerdo para la banda

Los cuatro componentes de Barricada regresan al local de ensayo. No se trata de un punto final, sino de un parón. En la rueda de prensa de la semana pasada para presentar su biografía, «Electricaos», se intuía que ya han plantado la semilla de algún proyecto nuevo. Pero, de momento, silencio. Se han dado un tiempo para reflexionar.

2010 ha resultado un año de éxitos para los txantreanos. «La tierra está sorda» ha tenido que ser reeditada de nuevo el pasado día 7 de diciembre. Salió con un formato especial, disco, dvd y un libro de 110 páginas en el que desarrollan el mensaje que contienen las 13 canciones que componen el nuevo álbum, cuyo hilo conductor es la represión de los republicanos tras el golpe de Estado del 36.

El dvd refleja, con un ejemplo, qué ha supuesto la gira de «La tierra está sorda». Se trata de un documental de 41 minutos sobre el concierto acústico de marzo en Zafra, Badajoz, y cuatro canciones de su concierto de Zarautz. Los extras del vídeo son una joya: se trata de tres videoclips de las canciones «Pétalos», «Por la libertad», y «Hasta siempre», tocados en el monumento a las Trece Rosas del cementerio de la Almudena de Madrid.

También ha llegado a las librerías la primera gran biografía de la banda, «Electricaos». Un libro a todo color, de gran formato, que recorre los 28 años de la vida de la banda con fotos y entrevistas. Los miembros del grupo analizan cómo ha sido su carrera disco por disco junto con otros artistas conocidos como Fito, Rosendo, Loquillo o Marea.  A.I.

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