CRíTICA cine

«Burlesque»

Mikel INSAUSTI

Cuando dicen que el cine musical de Hollywood está desfasado, debe de ser por culpa de películas como “Burlesque”, que no le hacen ningún favor a la recuperación del género, iniciada tímidamente por “Chicago”. Algunos de los números de la nueva película tratan de recordar a los de la de Rob Marshall pero, como quiera que la ambientación es actual, en cuanto acaban se vuelve a la triste realidad de un melodrama protagonizado por una estrella del pop. “Burlesque” está hecha para gustar a los fans de la cantante Christina Aguilera, dado que al resto no convence en su bautismo como actriz. El también debutante Steve Antin, lejos de mostrarse como un realizador de musicales, se comporta como un fan más. Así se deduce de su afán por centrarse en el lucimiento escénico de la nueva diva, a la que Cher cede su trono bajo los focos. Lo demás no importa ya que, cuando el argumento no es más que un viejo cliché y no se hace nada por renovarlo, queda claro que se confía en el gancho de las canciones y bailes.

Las coreografías de “Burlesque”, sin embargo, no son tan buenas como para que el espectador se olvide de que está viendo la mil y una veces contada historia de la chica de provincias que llega a Los Ángeles para triunfar en el mundo del espectáculo. En cuanto consigue trabajo de camarera, salta a la vista que su sitio no está tras la barra, y que, a la primera de cambio, aprovechará su oportunidad para subir al escenario. Al igual que, nada más saberse que la supervivencia del local está amenazada, nadie duda de que la recién llegada será la salvadora. Pero, por más que uno de los camareros suspire por ella, por más que la dueña y su hombre de confianza crean haber encontrado una mina de oro, e incluso por más que el público se rinda a su pies, tanto falso entusiasmo queda al otro lado de la pantalla y nunca la traspasa. No hay emoción y no hay sorpresa, entre otras cosas, debido a que Cher ya no está para exhibiciones y su presencia no pasa del cameo y la canción de propina.