La esperanza es lo último que se pierde y el objetivo del Athletic es precisamente éste, poder mantener la esperanza hasta el final. Es decir, aguantar el previsible chaparrón blaugrana en el Camp Nou para llegar con vida al partido de vuelta y aguardar después a que San Mamés viva una de sus noches mágicas.

Y es que el realismo se tiñe de pesimismo ante un rival como este Barcelona, que barre a todo el que se le pone por delante y ante el que sólo cabe apelar a ilusiones, supersticiones y golpes de fortuna varios. Además del rosario habitual de los entrenadores en las previas de sus citas con el conjunto culé: toca hacerlo todo mejor que bien, aguardar además a que el Barcelona no tenga su mejor día y, por si acaso, tener la suerte del lado de uno.

¿Exageración? Es posible. Pero también lo son los números del equipo de Pep Guardiola. 19 victorias y 3 empates en sus 22 últimos compromisos oficiales; 31 goles a favor y apenas uno en contra en sus siete últimos partidos, saldados todos ellos con victoria... Y un juego que no por letal es menos atractivo; el Barcelona aplica «El arte de la guerra» de Sun Tzu al mismo tiempo que interpreta una sinfonía de Tchaikovsky.

Por si la dificultad que entraña el rival no fuera suficiente, el propio Athletic ensombrece un poquito más la previa. Por el juego tan flojo que está ofreciendo en las últimas jornadas -aunque los resultados, considerablemente mejores, le permitirán comer el turrón a un solo punto de Europa- y, sobre todo, por las ausencias. «La ausencia», en realidad, porque si hay un jugador de difícil recambio en la plantilla rojiblanca, ése es Fernando Llorente. Y el delantero, con problemas en la cadera, ni siquiera ha podido, como se preveía, viajar a Barcelona. Tampoco lo han hecho Jon Aurtenetxe y Fernando Amorebieta, aunque sí Mikel San José y Koikili, que en principio estarán en el once inicial.

Sólo en principio, porque el signo de interrogación vuelve a acompañar a los planes de Joaquín Caparrós. El técnico trabajó ayer a puerta cerrada y ni siquiera está claro si repetirá el trivote, tras el escaso rendimiento que ofreció en el ensayo del Ciudad de Valencia. Aún en caso de que vuelva a apostar por el mismo sistema, que parece lo más probable, los nombres propios también están en duda. Markel Susaeta podría regresar, en detrimento de David López, mientras que Igor Martínez se disputará el puesto en punta con Gaizka Toquero. Menos opciones parece tener Iker Muniain frente a Igor Gabilondo, a no ser que el técnico adelante la posición del jugador navarro.

Quedaría, aún, una última duda, ya que Andoni Iraola arrastra algún problema físico, ante el que no queda otra que cruzar los dedos, viendo la situación especialmente delicada de la defensa y la falta de recambio específico para el usurbildarra. Caparrós, por si acaso, viajó a Barcelona con veinte hombres, incluyendo al portero del filial Aitor Fernández.

Tampoco se conocen los planes de Pep Guardiola, que incluso esperará hasta hoy mismo -esta mañana dirigirá un entrenamiento en el Camp Nou- para dar a conocer su convocatoria.

Es probable, de todos modos, que el técnico catalán reserve de inicio a alguna de sus estrellas. Incluyendo a Leo Messi, que ayer trabajó en el gimnasio.