Los jóvenes han denunciado golpes, «la bolsa» y vejaciones sexuales
El movimiento pro-amnistía detalló ayer los malos tratos físicos y psicológicos padecidos durante los días de incomunicación por los seis jóvenes independentistas detenidos el viernes y enviados a prisión el lunes por el juez Grande-Marlaska. Desde este organismo aseguran que la represión «es la respuesta al camino que recorremos, pero no se dan cuenta de que no tiene futuro político».
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Los seis jóvenes independentistas que fueron arrestados el jueves y enviados a prisión el lunes por el juez Fernando Grande-Marlaska han denunciado que han sido objeto de malos tratos físicos y psicológicos durante la incomunicación. Ya el lunes se conoció, cuando sus abogados pudieron visitarlos después de que les levantaran la incomunicación, que los jóvenes habían denunciado ante el juez este trato. No obstante, fue ayer cuando el movimiento pro-amnistía pudo dar más detalles de lo ocurrido en dependencias de la Policía española durante los cinco días y cuatro noches.
Tras manifestar que Saioa Zubiaur, Ainhoa Villaverde, Garazi Autor, Oihana López, Izaskun Goñi y Eneko Villegas han denunciado torturas, relatan que han recibido muchos golpes por todo el cuerpo y que en algunos casos se les aplicó «la bolsa» hasta dejarles sin respiración. Dos de las arrestadas, además, han denunciado haber sufrido vejaciones sexuales; en concreto, cuentan que les han desnudado y efectuado tocamientos.
El trato psicológico recibido se califica como «muy duro». Los encarcelados han referido insultos, presiones y amenazas continuas. Según informa el organismo antirrepresivo, las torturas tenían como objetivo que los detenidos admitieran su pertenencia a Segi, tanto en la declaración policial como ante el juez, además de buscar la inculpación de terceros.
«Están nerviosos, tienen miedo»
En su valoración sobre las denuncias de malos tratos tras la última operación, el movimiento pro-amnistía sitúa la represión como «respuesta al camino que estamos recorriendo». Así, recordaron que durante el año 2010 63 ciudadanos vascos han denunciado haber sufrido torturas durante la incomunicación.
Desde setiembre, entre la Guardia Civil y la Policía española han desarrollado en Euskal Herria seis operaciones policiales; 42 personas han sido arrestadas, 31 torturadas y 35 encarceladas y dispersadas. Pero para este organismo «no es casualidad» que en un periodo tan corto ocurran tantas operaciones y detenciones: «Están nerviosos, tienen miedo, porque saben que en Euskal Herria hemos reunido fuerzas y estamos trabajando para hacer el camino hacia la democracia».
El movimiento pro-amnistía recuerda la manifestación multitudinaria que se celebró a finales de octubre en Donostia apoyado por más de 40 agentes políticos, sociales y sindicales. Aun así, lamenta que se repitan las denuncias: «El Estado mantiene su decisión política de utilizar la tortura, y cambiar esta realidad será nuestro reto para los próximos meses».
Solidaridad y apoyo
A pesar de lo doloroso de la situación, aseguran que la «demostración de la violencia de Estado» ha provocado el fortalecimiento de dos sentimientos: la solidaridad y apoyo hacia los que sufren la represión y el apoyo total al proceso democrático. Desde el movimiento mostraron su solidaridad hacia los detenidos en estas operaciones como a los encarcelados o huidos.
Asimismo, se reafirmaron en su compromiso de seguir trabajando en base al Acuerdo de Gernika. «No queda otra que seguir con el camino que hemos abierto en Euskal Herria», concluyeron.
Ante las denuncias de tortura realizadas por seis de las ocho personas detenidas en la última operación policial, el movimiento pro-amnistía de Nafarroa ha exigido la «dimisión inmediata» de la delegada del Gobierno español, Elma Sáiz. El viernes pasado, los familiares de los arrestados, arropados por Xanti Kiroga y los parlamentarios Maiorga Ramírez (EA) y Txentxo Jiménez (Aralar), acudieron a la Delegación para mostrar su temor por el estado de los jóvenes después de las denuncias de graves episodios de tortura que han surgido en las últimas operaciones. Elma Sáiz no recibió a los políticos, aunque, tras hacer algunas averiguaciones, les aseguró que los jóvenes estaban «bien».
Ahora, una vez que han salido a la luz los testimonios de los detenidos, el movimiento antirrepresivo declara que «Elma Sáiz mintió a los partidos o la policía le engañó a ella». Le acusan, además, de no garantizar la «integridad física ni el respeto» a los derechos que asiste a las personas detenidas. «Como responsable en Nafarroa de las fuerzas de ocupación españolas, tampoco ha sido capaz de evitar que sus funcionarios torturen de nuevo a ciudadanos vascos indefensos», dicen
Después de lo ocurrido, el organismo pro-amnistía de Nafarroa lanza un llamamiento tanto a la sociedad vasca, para «acabar de una vez con el manto de la impunidad que rodea a la tortura», como a los agentes políticos, sociales y sindicales, «a proteger de forma efectiva a la juventud independentista» . Igualmente, muestra su respaldo a la juventud independentista, «castigada y reprimida una y otra vez en esta locura represiva del Estado», y remarca la necesidad de articular «dinámicas efectivas» que permitan «acabar con esta lacra». GARA