«Mestizaje, interacción, multidisciplinariedad, identidad». Con sustantivos tan en boga en el arte actual presenta la galería Windsor Kulturgintza la singular propuesta artística de los vizcainos Sonia Rueda, Alicia Rueda y Rafa rueda, que aúna música, moda y artes plásticas.

La idea parte de la inquietud de Sonia Rueda, quien lleva tiempo trabajando en la idea de la identidad y a quien sorprendía ver tantos Rueda creadores en Euskal Herria. «Compartíamos apellido y espacio donde desarrollamos nuestro arte» explica Sonia, «y la idea era, desde tres disciplinas muy distintas (la música, la moda y el arte plástico), crear esta exposición que ha nacido de tres piezas madre, creada por cada uno de nosotros». «Piezas madre» que los otros dos han utilizado como base o inspiración para hacer una propia, lo que ha dado como resultado tres obras plásticas, tres vestidos y tres canciones, cada trío en su propio escenario expositivo.

Un vestido para una canción

«Alicia se pasa todo el día diseñando vestidos, Rafa componiendo canciones... el mundo del arte es tan endogámico, que este proyecto nos ha valido para que cada uno de nosotros saliera de su agujero», reconoce Sonia. Tanto ella como Rafa y Alicia conocían la obra del otro vagamente, dicen que «de oídas», pero, tras contactar unos con otros, se prestaron a participar en este proyecto tan curioso, aunque «cada uno trabaja en un ámbito con poca interconexión», según Rafa... «y el punto de partida era surrealista», apostilla Sonia.

Una vez finalizado el proyecto, el trío coincide en que el resultado es enriquecedor. «Después de `coserle' un vestido a una canción me veo capaz de diseñar a cualquier cosa», relata Alicia. «Espero repetir proyectos de este tipo».

Buscando unas sinergias vivas y puras, y manteniendo la identidad de cada artista, «hemos trabajado los unos para los otros. Una cuestión social como la que tienes que desarrollar en la calle, convivir con todo el mundo», explica Sonia, para quien extrapolar el arte a la vida cotidiana es parte de su trabajo.

Un poema de Bertold Brecht da nombre a «Cambio de rueda»: «... no me gusta el lugar de donde vengo. No me gusta el lugar a donde voy. ¿Por qué miro el cambio de rueda con impaciencia?».

La muestra parte de tres «piezas madre», que hablan de la trayectoria de cada artista. Lo que buscana era obtener «una imagen que nos definiera». Alicia Rueda explica su labor: «Quería hacer memoria de mi trabajo utilizando elementos con los que llevo muchos años trabajando, con lazos, piedras, metal, flores, corazones...». Por su parte, Sonia utiliza una puerta espejo en su «pieza madre», «con las connotaciones que tiene, de entrar y de salir... Está hecha con espejo, donde el propio espectador puede reflejarse y deformarse y tiene una ventana de cristal con una cascada de burbujas».

Para finalizar, Rafa ha compuesto la canción «Pasealaria», «que habla de los dos lados en los que caminas, dos vías que son la música y el texto».