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REPORTAJE | LOTERIA DE NAVIDAD

79250: millonarios anónimos en Eibar

Catalunya se llevó la mejor parte, pero el Gordo también hizo parada en Eibar. Al filo de las 11.15 de la mañana, unos cuantos eibarreses se llevaban la alegría de su vida, gracias a una serie del 79250 que había sido vendida en la Administración número 3 de la localidad guipuzcoana. Sestao, Iruñea, Bilbo, Basauri y Loiu también tuvieron su parte del oro.

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Amaia U. LASAGABASTER, Nagore BELASTEGI

Era raro encontrar a alguien en la noche del 22 que no echara su imaginación a volar. La participación del Coro y la ikastola del crío, un par de décimos o la paga extra completa invertida en los números de la suerte... quien más quien menos daba vueltas al destino de los millones si el Gordo navideño, el sorteo más esperado del año, tocaba a su puerta. Y unos cuantos eibarreses han visto hecho realidad el sueño.

Catalunya se llevó la mejor parte, embolsándose 414 de los 585 millones de euros que repartió el 79250, el número de la fortuna. También se llevaron su piquito Madrid, Saldaña (Palencia), Alicante, Zaragoza, Cáceres, Molina de Segura (Murcia), Alcorcón (Madrid), Garachico (Tenerife)... y Eibar. Una serie del Gordo se vendió en la Administración número 3 de la localidad guipuzcoana, ubicada en la céntrica calle Calbetón.

Al filo de las 11.15 de la mañana saltaba la noticia y en pocos minutos se convertía en el único tema de conversación en toda la localidad. La plaza, los bares, el mercadillo, las peluquerías, los comercios... «¿Sabéis que el Gordo ha tocado en Eibar?». Más de uno, con su billete comprado en la Administración agraciada, salió absolutamente disparado para casa. Y posiblemente alguno descubrió que era uno de los que pasará unas Navidades especialmente suculentas. Eso sí, lo guardó en secreto.

Porque ésa era la segunda pregunta del día. «¿Qué, te ha tocado?». La respuesta, fuese cierta o no, también era unánime: «¡Que más quisiera yo!».

Media hora después de que los niños de San Ildefonso tocaran Eibar con su varita mágica, a Antonio Moreno y Edurne Lete, encargados del despacho, se les empezaba a acumular el trabajo. De los afortunados con los millones no se sabía nada -aunque GARA ha podido saber que un empleado de la empresa Mendiguren y Zarraua adquirió dos décimos, que equivalen a 600.000 euros-, pero curiosos, amigos y, sobre todo, periodistas colapsaban la calle Calbetón, más transitada incluso que de costumbre. En una hora, la cercana plaza de Unzaga estaba repleta de unidades móviles y la Administración, sitiada por un sinfín de periodistas y reporteros gráficos. Los tópicos de la fecha empezaban a repetirse.

Es decir, que mientras a la mayoría de los eibarreses le tocaba consolarse pensando en su buena salud, a los encargados del despacho les correspondía responder a preguntas que se repiten año tras año. «¿Saben a quién le ha tocado?» «¿Ha estado muy repartido?» «¿Es la primera vez que reparten un premio como éste?»... Y, por supuesto, tampoco faltó la imagen típica de la jornada: hasta tres botellas de champán tuvieron que descorchar Antonio y Edurne para que todos los reporteros pudieran inmortalizar el momento. Eso sí, se lo tuvieron que tomar solos o con la compañía de algún amigo, porque de los ganadores seguía sin haber noticias.

Sí aparecieron por allí algunos políticos, para los que la foto en la prensa es tan golosa como un billete premiado. Y más con una cita electoral a la vuelta de la esquina. El alcalde, Miguel de los Toyos, y dos de sus concejales no se resistieron a los cantos de sirena y también se tomaron su copita de champán ante las cámaras. El peaje les llegó en forma de bulo: a alguien se le ocurrió decir que tres de los décimos premiados los había adquirido el propio alcalde, que tuvo que pasarse toda la jornada desmintiéndolo. Su teléfono no dejó de sonar. También una mujer aseguró que su amiga Manoli de Ermua era una de las agraciadas. Cierto o no, no tardó en formarse a su alrededor otro corrillo de periodistas y curiosos.

Los encargados de la Administración sa- bían poco o nada. «No tenemos ni idea de a quién le ha podido tocar, pero al ser una sola serie, suponemos que está repartido», explicaba Edurne Lete. «Siempre esperas que te pueda tocar, pero aun así es una gran sorpresa. Y, sobre todo, una gran alegría», destacaba la empleada del despacho, que también reconocía la fortuna de haber podido vender la única serie del Gordo que había llegado a su Administración.

No es precisamente primeriza en esto de repartir alegrías. De hecho, ya había entregado un premio bastante más abultado que el de ayer. Fue el 15 de enero de 2000, cuando entregó 14 millones de euros -por aquel entonces 2.400 millones de pesetas, que sonaba incluso más contundente- con otro primer premio de la Lotería. Posteriormente, alguna bonoloto también les había deparado satisfacciones, aunque ninguna tan mediática como la de ayer.

Estuvo a punto de hacerlo en 1988. Lamentablemente, parte de la tradición se había cumplido aquel año porque, como recordaba Antonio Moreno, «hubo inun- daciones y se suele decir que el Gordo llega donde ha habido alguna desgracia. Pero precisamente por eso, el número del Gordo, que se había mojado, no lo quería nadie y se devolvió íntegramente».

La suerte sí ha acompañado 22 años más tarde y no sólo con el sorteo navideño. De hecho, con los que llegaron ayer, Eibar se ha llevado más de veinte millones de euros en este 2010. En marzo, un boleto de la Lotería Primitiva se llevó más de once millones en el barrio de Amaña y un mes más tarde, la zona de Urkizu tomó el testigo, repartiendo aproximadamente otros seis millones. Año de bienes, al que ayer se sumaron unos cuantos agraciados más.

00147, un premio con 40 años de historia para una cuadrilla de amigos de Sestao

 

Al igual que Eibar, el Olentzero también visitó antes de tiempo Sestao, donde se vendieron diez décimos agraciados con el segundo premio de la Lotería. Seguro que muchos hubieran rechazado el número 00147 porque les parece feo, y también muchos los que se habrían desesperado ayer al enterarse de que detrás de esas cifras se encontraba el millón de euros que se repartió en la localidad vizcaina.

Los ganadores no dieron la cara durante todo el día de ayer. Ana Angulo, la responsable de la Administración de lotería número 1 del barrio La Iberia, informó de que se trata de un número abonado y que por eso sólo recibieron una serie, que se vendió entre los clientes habituales. Dejó muy claro que conoce a los ganadores. Y es que los agraciados pertenecen a un grupo de vecinos del barrio La Iberia que, como cada semana, compró ese número, uno de los premiados más bajos en la historia de la Lotería de Navidad. Esos vecinos de Sestao obtuvieron su recompensa y fidelidad a la combinación ganadora después de jugar con ella a lo largo de cuarenta años.

La lotera declaró que lleva trabajando en ese mismo establecimiento 22 años y que ese grupo lleva todo ese tiempo abonado al mismo número. Según Angulo, es una tradición que empezaron los padres, y cuando algunos han ido muriendo los hijos han seguido jugando a ese número.

«Estamos compartiendo la alegría con los afortunados, que son de esta zona y por eso los conocemos a todos. Nos hemos alegrado mucho de haberles traído suerte», afirmaba Ana Angulo delante de la Administración del barrio La Iberia, mientras brindaba con champán por Sestao junto a sus compañeros y amigos .

Está claro que los niños que cantaron el número correspondiente al segundo premio a las 10.53, Eduardo Escobar y Alejandra Alver, trajeron suerte al pueblo. Que además no pasa por su mejor momento; es el que presenta mayor índice de paro en el conjunto de la CAV.

15548, el quinto premio se vendía en Iruñea desde los pasados San Fermines

 

 

Después de la lluvia de millones que cayó en la villa armera, aún quedaba la esperanza de que otros premios menores se pasaran por las demás provincias, y sin ser avariciosos Iruñea, Basauri y Bilbo se conformaron con un quinto premio muy repartido.

En el caso de Iruñea, la Administración número 9 se vio agraciada con 50.000 euros de una serie completa que, según la responsable del establecimiento, se vendió durante los Sanfermines. Como el número se repartió en décimos sueltos y en una fecha en la que la ciudad se llena de gente, lo más probable es que el premio haya salido de la ciudad y no haya caído en manos de ninguna peña ni sociedad iruindarra.

La Administración ubicada en la Travesía Bayona, en Donibane, abrió sus puertas en 1981 y la de ayer fue la primera vez que daba un premio de estas características. «Esta-mos muy ilusionados, no nos lo esperábamos. Lo celebraremos con champán, sin duda, después del trabajo», dijo la lotera, contenta por haber cumplido con sus clientes de esta manera.

Pero ésta no fue la única sorpresa agradable en esta Administración, pues también había vendido décimos de dos números acabados en 50, las dos últimas cifras del Gordo. Uno de los premios correspondía a una serie completa y el otro se lo llevaron, entre otros, miembros de la central de coordinación de emergencias SOS-Navarra.

Esta vez Nafarroa se tendrá que conformar con esos miles de euros y esperar que el año que viene la fortuna se acuerde otra vez de ella. En realidad la Lotería de Navidad no ha tenido demasiada presencia en este herrialde en cuanto al primer premio se refiere.

En cambio, en Nafarroa sí que han caído otras cantidades más modestas, pero que también ayudan a pasar al siguiente año con buen pie. En 1998 tocaron 10.000 millones de pesetas repartidos en diferentes premios, la mayor parte en Betelu (4.950 millones) y Leitza (5.040), localidades en las que se vendieron décimos comprados en Villabona. Además, en 2001 otro quinto premio dejó en Iruñea 1.224 millones de pesetas correspondientes a 170 series y en 2004, la Administración número seis vendió 36,6 millones de euros de un cuarto premio.

El mismo número que seguro dejará un buen recuerdo de los sanfermines a quien se acordó de las navidades en pleno julio, el 15548, dejó también algunos pellizcos en otros puntos de Euskal Herria.

En Bilbo, sin ir más lejos, la Lotería dejó 50.000 euros al venderse una serie en la conocida Administración Ormaechea de Indautxu. Su responsable, Sergio Etxebarria, confesó que saber que vendió el quinto premio le dio una alegría similar a haber ganado el primero. Esta Administración sabe mucho de repartir dinero, pues ya dio el primer premio en 1986, el segundo en 1990 y sendos quintos en 2001 y 2007.

Es curioso que el 15548 fue uno de los primeros números que se vendió en la Administración y el último quinto premio que salió del bombo. Según Sergio Etxebarria, los comenzados por 15, la «niña bonita», son números muy demandados y se suelen agotar pronto porque la gente busca un número en concreto.

Basauri puso la nota de modernidad al tradicional sorteo, ya que parte del premio se repartió mediante las nuevas máquinas de bonoloto. A pesar de que todavía haya gente que no confía en este tipo de tecnologías, un agraciado obtuvo su boleto de esta manera en el despacho de la calle Antonio Trueba y así se llevó 5.000 euros.

77992, la suerte llega a Loiu para premiar a los pasajeros que sufrieron la huelga

Después de la huelga de los controladores aéreos, la suerte ha llegado al aeropuerto de Loiu, donde se vendieron 30 billetes del quinto premio correspondiente al número 77992. Un número que «no hace falta ofrecer a la gente, porque cuando lo ven lo piden», según Pedro Landetxo, lotero de la Administración del aeropuerto.

Landetxo vendió en total 300 décimos y a cada uno le corresponden 5.000 euros, por lo que en total ha repartido 1.500.000 euros. El responsable de la Administración dijo que es una satisfacción muy grande y una alegría, a pesar de que no se haya llevado nada, repartir dinero y hacer feliz a la gente. «Me queda la pena de no saber a quién le ha tocado, porque se vendió todo en ventanilla y aquí, generalmente, la gente compra la lotería, coge un vuelo y se va, y ya no los vuelves a ver», explicó Landetxo.

No es la primera vez que esta Administración reparte un premio grande entre sus clientes. En 2007 también le correspondió dar un quinto premio.

Al ser un punto de venta situado en una zona de paso, pueden haber adquirido el boleto ganador tanto los trabajadores como gente que se encontraba de viaje, que parece la opción más probable.

La suerte podría haber sonreído a aquellos a los que les afectó la huelga de controladores de principios de diciembre porque en esa fecha es cuando la gente compra más lotería, aunque Pedro Landetxo asegura que podría haberse llevado el premio cualquiera, dado que el número estaba en venta desde hacía mucho tiempo.

Araba se queda sin premios grandes

Una vez más, la suerte pasó de largo de Araba y se convirtió en el único herrialde donde no tocó ningún premio importante del Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad. De hecho, en Araba sólo ha tocado el Gordo en tres ocasiones: en Gasteiz en 1830 y 2006 y en Oion en 1998. Le sigue de cerca Nafarroa, donde ha tocado el primer premio cuatro veces, en 1829, 1853 y 1874 en Iruñea, y en 1963 en Altsasu. Las seis veces que ha caído en Gipuzkoa se ha quedado en la capital, en los años 1888, 1910, 1920, 1975, 1986 y 2003.

En cuanto a Bizkaia, es el herrialde con mayor suerte a nivel de Lotería de Navidad puesto que se ha llevado el Gordo diez veces, nueve de las cuales (1814, 1908, 1933, 1955, 1957, 1960, 1963, 1970 y 1986) dejó su huella en Bilbo y solamente una en Ugao, en 1986. Aun así, hay provincias peor paradas en el Estado español, donde no ha tocado ni una sola vez. N. B.

 

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