Las coordinadoras de los barrios desconvocarán hoy los desfiles de Olentzero después de que ayer por la tarde el Ayuntamiento de Iruñea prohibiera el de Arrosadia. Eso no implica que el carbonero no llegará a la capital de Nafarroa, sino que quedará en manos de los vecinos sacar a las calles a Olentzero para que disfruten los niños, sobre todo, y los mayores. Sin embargo, los desfiles serán más modestos, sin animales, sin dantzas, por miedo a que sean intervenidos por la Policía.

Más de un mes después de que las coordinadoras solicitaran al Ayuntamiento el permiso para organizar las kalejiras y a tan sólo dos días de la nochebuena, el consistorio que dirige Yolanda Barcina ha decidido denegar los permisos. Fue una negativa con matices, permitiendo unos, imponiendo condiciones a otros y prohibiendo el resto. Frente a ello, las coordinadoras de los barrios han preferido dar un mensaje de unidad: o todos o ninguno.

En un primer momento, el Ayuntamiento apostó por lanzar balones fuera. El martes, dejó en manos de la Delegación del Gobierno la autorización de cuatro de los desfiles: Errotxapea, Txantrea, Arrosadia y Donibane. La respuesta de Elma Saiz llegó ayer, exactamente a las 14.50 horas. La delegada exigía al consistorio iruindarra que asumiera sus responsabilidades, ya que entiende que los desfiles de Olentzero son actos culturales («espectáculos públicos y actividades recreativas») y no manifestaciones políticas como cree Barcina. No obstante, el comunicado de la Delegación del Gobierno dice que, si se producen delitos durante los desfiles, el Ayuntamiento «deberá ponerlos en conocimiento de la Audiencia Nacional».

Inmediatamente después de recibir la notificación oficial, las coordinadoras se pusieron en contacto con el Ayuntamiento y lograron reunirse con el director del área de Protección Ciudadana, Francisco Fernández, quien acabó por confirmar que Arrosadia no recibiría el permiso de ninguna de las maneras y que, tanto Donibane como Errotxapea debían firmar un documento con unas condiciones que desde la coordinadora se juzgaron «inaceptables» desde el primer momento.

Mientras todo ello trascurría en los salones del Consistorio, varios centenares de personas convocadas por los barrios y la plataforma por unas fiestas populares Gora Iruñea se habían concentrado en la plaza del Ayuntamiento reclamando su derecho a organizar la llegada del Olentzero. Finalmente, la protesta se alargó más de lo previsto puesto que se esperaban noticias de lo que ocurría en la reunión con Fernández.

«Inmovilismo y cerrazón»

La coordinadora de los barrios de Iruñea manifestó que «este tipo de actuaciones nos entristecen, pero a la vez nos hacen estar más unidos, porque, una vez más, nos demuestran que vamos por el buen camino». Sin embargo, lamentaron el hecho de tener que abandonar los proyectos en los que llevan tiempo «trabajando duro», con el único objetivo de que todo saliera «perfecto». Aseguraron que esta labor desinteresada de los vecinos «para hacer feliz a los más txikis» ha conseguido hacer una fiesta «más popular todavía» en la que se defiende una lengua y una cultura. Frente a esta forma de trabajar, las coordinadoras de los barrios creen que el Ayuntamiento de Iruñea «cada día huele más a inmovilismo, cerrazón y pensamiento único».

No es la primera vez que el Ayuntamiento espera hasta el último momento para decidir si permite o no los desfiles, sino que acostumbra a emitir su veredicto en el último instante para minar la capacidad de reacción de los organizadores de cara a reinventarse y conseguir, finalmente, que Olentzero llegue a los barrios de Iruñea. En esta ocasión, para evitar cualquier problema de carácter legal, quienes se han encargado de mantener «la ilusión de los más txikis», han decidido apartarse. Todo queda en manos de los vecinos, que harán lo posible por mantener la tradición.