Los aeropuertos europeos volvían lentamente a la normalidad pero la situación podría volver a complicarse por el anuncio de nevadas en el Estado francés y Bélgica.

Heathrow esperaba ayer operar dos tercios de sus vuelos después de que los servicios de limpieza retiraran la nieve de su segunda pista. Pese a ello, el aeropuerto pidió a los usuarios consultar con sus aerolíneas antes de viajar a la terminal.

El tren Eurostar anunció que operaría ayer 43 de los 53 servicios pero pidió paciencia a los pasajeros.

El aeropuerto de Frankfurt canceló ayer 60 vuelos, pero por problemas en otras terminales.

Los dos aeropuertos de París cancelaron el 15% de los vuelos de ayer y el 20% de los previstos para la jornada de hoy.

Pasajeros atrapados

Por quinto día consecutivo, cientos de pasajeros (un millar en Londres, 300 en Frankfurt) durmieron en los hangares, mientras los aeropuertos trataban de gestionar los retrasos acumulados desde el pasado viernes en pleno período de puente antes de las vacaciones de Navidad.

El aeropuerto de Dublín, cerrado el martes, pudo también reabrir gracias al repunte de las temperaturas. Una subida de los termómetros que permitió asimismo a la terminal de Bruselas acariciar la normalidad, con algunos vuelos anulados a Basilea y a Zúrich.

No obstante, el anuncio de una nueva ola de frío y nieve obligó a BAA, la empresa que gestiona el aeropuerto de Heathrow, a no descartar a partir de hoy nuevos retrasos y cancelaciones.

Desde Frankfurt, se limitaban a prometer que la mayoría de los pasajeros llegarán a casa por Navidad «si el tiempo acompaña». Garantizárselo a todos será imposible, ha anunciado la TAP portuguesa, afectada como buena parte de los países europeos por el apagón aéreo de los últimos días en los principales aeropuertos del continente.