La Policía italiana apuntaba a la pista anarquista tras las explosiones en Roma de sendos paquetes explosivos en las embajadas de Suiza y Chile, que dejaron un saldo de dos heridos y pusieron en alerta a las legaciones diplomáticas en la capital italiana.

La Policía se basaba para ello en episodios similares registrados en Grecia. 14 paquetes explosivos fueron enviados en noviembre a los principales dirigentes europeos además de a otras instituciones internacionales. Estos atentados, que dejaron un saldo de un herido, fueron imputados por la Policía griega a grupos anarquistas locales.

Según los investigadores, el primer artefacto explotó a las 11 de la mañana en la embajada helvética tras ser abierto por un empleado, que fue gravemente herido en las dos manos.

Dos horas más tarde, un segundo paquete bomba explotó en la embajada chilena, hiriendo de menor gravedad a otro empleado.

La sicosis generada provocó una falsa alarma en la embajada de Ucrania.

La Policía informó en octubre del hallazgo de un paquete sospechoso en la embajada de Suiza exigiendo la puesta en libertad de tres anarquistas detenidos en abril en el país helvético y acusados de intentar atentar contra una multinacional.