El día 27 de enero, Hego Euskal Herria está llamada a la huelga. ELA, LAB, STEE-EILAS, EHNE e Hiru plantan cara al unísono a los recortes del gasto público y a la pretensión del Gobierno del Estado de alargar la edad de jubilación y los años cotizados necesarios para recibir la prestación. En su análisis, los cinco sindicatos coinciden en que la medida supone «el robo de una jubilación digna para los trabajadores». Afirmaron que no hay que centrarse en la medida por sí sola, sino entender que va unida a la reforma laboral que rebaja el coste del despido a 20 días por año. «Nos obligan a trabajar hasta los 67, pero no van a obligar a nadie a contratarnos cuando tengamos 65», sentenció Ainhoa Etxaide, máxima responsable de LAB, ayer en el mitin de Iruñea.

«Aumentar los años de cotización con un mercado de trabajo marcado por la precariedad supone imposibilitar a la gran mayoría de los trabajadores el acceso a la pensión» proclamó Etxaide. Esto merece, a su juicio, «la mayor respuesta que los trabajadores pueden dar, una huelga general». Explicó que «para cotizar durante 35 años se necesita entrar en el mercado laboral con menos de 30 años y permanecer constantemente con trabajo» y que, sin embargo, «la mitad de la juventud se encuentra en paro y sin posibilidades para acceder a un puesto fijo» y que, además, «el 23 por ciento de aquellos que aún tienen trabajo actualmente poseen contratos de carácter precario y sin continuidad».

El secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, Txiki, acusó a los actuales líderes políticos de no asumir sus responsabilidades, achacando todo lo que pasa a «presiones externas». Les criticó por haberse plegado por completo a los intereses de los grandes capitales: «Europa ha colocado como liebres a seguir a los países que más desregulaban las economías, como Irlanda, que ha acabado en bancarrota. Y ahora lo estamos pagando». Muñoz afirmó que lo que pretenden es construir una sociedad «ignorante e imbécil», pero defiende que los trabajadores saben que «hay responsables locales de todo lo que está pasando» y el Banco Central Europeo, con su «cruzada contra los derechos sociales y laborales», no es el único culpable.

El líder de ELA remarcó que los responsables políticos de este paso atrás en los derechos sociales son tanto quienes votan sí como los políticos que se abstienen facilitando que las reformas se produzcan.

Manifestó que la reforma de la fiscalidad, con reducciones para las rentas más altas, resulta injusta desde un punto de vista social y que, junto a la renuncia a recurrir a la deuda, conforma una pinza que oprime a los trabajadores. Es contra esta forma de concebir la economía ante la que protestarán el 27 de enero, explicó el sindicalista.

Muñoz también quiso valorar la ampliación de los años de cotización necesarios para acceder a las pensiones, sumada a la reciente reforma laboral, desde un punto de vista histórico. Su conclusión es simple: «Están desmontando todo cuanto nuestros padres construyeron con años de lucha y trabajo».

Por otra parte, STEE-EILAS criticó los nuevos presupuestos: «Por mucho que digan, siguen considerando la educación como gasto y no como inversión». Este sindicato del profesorado que respalda la huelga está convencido de que no queda otra que «seguir adelante». Además, acusó a los dirigentes de repartir el dinero «siguiendo exclusivamente sus intereses políticos» y valoró la reforma de las pensiones como «uno de los recortes más salvajes de los últimos años».

Planes privados de pensiones

Los cinco sindicatos convocantes insistieron en que el Gobierno español ha emprendido la modificación de la jubilación para salvar los planes privados de pensiones. Desde LAB constataron que se trataba de un sector muy tocado por la crisis, con dos años perdiendo volumen de negocio. Etxaide aseguró que se trata de una forma de perpetuar las desigualdades sociales. Por su parte, desde ELA explicaron que es la banca quien controla los planes de pensiones y que esta reforma no es sino una vuelta más de tuerca del mundo de las finanzas al Gobierno español, acusando a Emilio Botín y al BBVA.

CCOO de la CAV se lo piensa

El máximo organismo decisorio de CCOO en la CAV, el Consejo Confederal, no cierra las puertas «a ningún tipo de movilización» para reforzar el sistema público de pensiones. Tras reunirse en Bilbo, achacaron la convocatoria de huelga a la «obsesión de contraprogramar la acción sindical de CCOO», alegando que hay más tiempo para preparar una movilización conjunta. El texto de quienes finalmente respaldaron la última huelga general convocada por la mayoría sindical, cosa que no hizo CCOO en Nafarroa, resulta extremadamente duro con los convocantes: «Es lamentable que se sacrifique cualquier escenario de respuesta conjunta en el sindicalismo vasco en aras de un protagonismo de quien ni quiere ni puede condicionar la reforma de las pensiones». Cabe recordar que la huelga que convocó CCOO contra la reforma laboral, conjuntamente con la Unión General de Trabajadores, tuvo lugar cuando el texto ya estaba firmado.

Por su parte, UGT acusó a la mayoría sindical de «contraprogramar las movilizaciones del resto de sindicatos», pero sin explicitar qué día pensaban movilizarse ellos. UGT tan sólo indicó que «no descarta» posibles actos de protesta contra las «amenazas» con las pensiones.

El líder de ELA ya marcó distancias con estos dos sindicatos durante el mitin de ayer en el instituto de Iruñea: «La diferencia entre los sindicatos que estamos aquí hoy y los otros es que nosotros no dependemos de la financiación del Gobierno para mantenernos».

Precisamente, el Gobierno de Lakua reaccionó al anuncio de la huelga general por parte de la mayoría sindical de Euskal Herria argumentando que «dicen no a todo», y también acusándoles de buscar «debilitar» al resto de sindicatos. El comunicado del Gabinete de Patxi López añade, aunque a modo de crítica a la convocatoria, que «la ciudadanía vasca sabrá valorar lo que está en juego».