Jorge Nagore 2010/12/22
Christmas
Diario de Noticias
Tengo el correo electrónico -tendré que ordenarlo, está como el desván de Los Otros- hasta las cartolas de mensajes de gente a la que quiero -e incluso aprecio, que es un paso más- felicitándome porque es Navidad. (...) No tengo un solo mensaje de alguien que no haya adjuntado algo y se haya conformado con un mensaje escrito, modesto, sin pretensiones. Además, los mensajes no sólo van para mí, sino que estaré metido en alguna lista de esas gigantes en la que están tus amigos, la familia, la ex novias, los ex compañeros de trabajo, el del banco, el profesor de Pretecnología, el urólogo y unas 100 direcciones de correo que no tienen ni puta idea de quién son pero que guardan y a las que también felicitan la Navidad, por si las moscas. Sepan ustedes todos que, insisto, les aprecio mucho, agradezco el detalle y valoro el esfuerzo, pero que se pueden ir a tomar por el culo, ya sea individualmente o en grupo, ahora mismo en Navidad o ya en febrero, cuando mejor les venga. Joder, un poco de respeto para con el tiempo ajeno. Lo mismo pasa con el móvil. Como resulta que donde paso la Nochebuena no hay cobertura, cuando vuelvo a los dos días me encuentro un carro de sms. Te entra la duda: ¿paso de contestar y quedo como un cafre o contesto y a razón de 0,15 euros el sms me gasto 10 euros para que César Alierta tenga el dinero suficiente para que Telefónica me siga llamando a la hora de la siesta? Prefiero quedar como un cafre, aunque sirvan estas líneas para besarles a todos ustedes individualmente o en grupo (...).