Fede de los Ríos
Garazi en el pensamiento
Que el dolor que causan no caiga en el olvido. Tarde o temprano, los que juzgan serán juzgados. Esta vez con pruebas, sin malos tratos y con garantías procesalesVolvieron a irrumpir los violentos que visten de azul en las casas de bien. De noche y de manera amenazante, como acostumbran. Con esperpénticas acusaciones y malas formas, propias de falsarios, se llevaron a los jóvenes. Invadieron locales públicos y arramplaron con dinero y bienes. Al parecer lo había ordenado el inefable juez de la Audiencia Nacional, último premiado de la revista «Shan-gay», que tomó el rebufo de Baltasar Garzón, ahora caído en desgracia. Este narciso impenitente fantasea con la posibilidad de que hagan una película sobre Él (así lo ha dicho) y que la interprete, en el colmo del despropósito, Leonardo Sbaraglia, que inició su carrera cinematográfica con «La noche de los lápices», dando vida a uno de los jóvenes argentinos torturados por la policía. Quizás el film sobre Fernando lo podría realizar Costa-Gavras, el que dirigiera «Section Speciale», basado en un hecho real en el que narra un juicio realizado contra todas las normas del derecho en la Francia de Pétain con objeto de satisfacer a los ocupantes nazis, donde unos magistrados quieren dar apariencia jurídica a lo que era, sin lugar a dudas, un chantaje político. ¿Te suena, corazón?
En estas tan, tan, tan entrañables fiestas familiares, nuestro Fernando Grande-Marlaska no puede resistir la tentación de brillar más que la estrella que guió a los magos hacia Belén y, para que realmente sean inolvidables para muchas familias vascas, nada mejor que interrogatorios sin garantías y posterior encarcelamiento de sus hijos e hijas. Conocedor del refrán que reza aquello de «para presumir hay que sufrir», en vez de ponerse incómodos tacones con los que destacar sobre el resto de los mortales, mejor trasladar el sufrimiento a otros cuerpos más jóvenes y al corazón de sus allegados.
Frivolidad y crueldad nunca fueron conceptos antagónicos. La estrella de la judicatura, ante la pregunta de ¿quién le parece más sexy, Rubalcaba o Mourinho?, se lo piensa un rato y concluye: «Jo, es difícil... la cuestión es que a Rubalcaba le conozco personalmente y a Mourinho no... me quedo con lo que conozco: venga, Rubalcaba es más sexy».
Rubalcaba sexy como el rock and roll. ¡Qué cosas! Diría, si no pudiera ser malinterpretado y tachado de homófobo, dado el caso que nos ocupa, que el juez estrella más tililante en el firmamento español tiene el gusto en el culo. Por eso no lo diré.
Lo que sí diré es que las acusaciones contra los detenidos, aparecidas en los medios, son grotescas: cartas, pegatinas y libros. Incluso en pleno franquismo los jueces se esforzaban más en construir las falacias que nos condenaban. De los detenidos conozco a Garazi, hija de mis amigos Mariné y Javier, por lo tanto de buena pasta. Desde pequeña nada humano le fue ajeno y, como sus padres, prefiere padecer la injusticia a cometerla. Como veis, la antítesis de algunos togados que sobre la ignominia levantan su pedestal.
Que el dolor que causan no caiga en el olvido. Tarde o temprano (perdonad el tufillo bíblico), los que juzgan serán juzgados. Esta vez con pruebas, sin malos tratos y con garantías procesales.