Los seguidores de uno de los dos presidentes marfileños, Alassane Ouattara, convocaron a partir de ayer una huelga general hasta echar del poder a Laurent Gbagbo, quien espera hoy a una delegación de la Comunidad Económica de Estados de África del Oeste (CEDEAO).

La Agrupación de los Huefuetistas para la Democracia y el Desarrollo, la coalición de partidos que respalda a Ouattara, reconocido como presidente de Costa de Marfil por la denominada comunidad internacional, hizo el llamamiento al paro indefinido para evitar que Gbagbo «robe la victoria» electoral pese al rechazo internacional.

El paro fue convocado a última hora del domingo, y ayer, según Efe, la circulación de vehículos era intensa en Abidjan y se observaban muchos comercios y oficinas abiertos, en el ambiente de tensa calma que domina la capital económica del país desde principios de mes.

Una delegación de tres presidentes miembros de la CEDEAO, los de Benin, Cabo Verde y Sierra Leona, visitarán hoy a Gbagbo en Abidjan para comunicarle las decisiones de la cumbre celebrada el viernes, entre las que está el posible uso de la fuerza.

Gbagbo y sus seguidores han rechazado la posibilidad de abandonar la Presidencia y amenazado con la guerra civil y la desestabilización de sus vecinos de África Occidental si tratan de usar la fuerza para obligarle a dejar el poder.

«Complot»

El propio Gbagbo aseguró en declaraciones publicadas ayer por el rotativo francés «Le Figaro» que «hay un complot que pretende instalar en el poder a Ouattara» y señaló como principales actores de esa supuesta maniobra «al embajador de Francia y el embajador de Estados Unidos».

Precisamente, ayer se dio a conocer que el Estado francés está tramitando la acreditación de un embajador designado por Ouattara -Bélgica notificó ayer que hará lo propio con un encargado de Asuntos Exteriores nombrado por Ouattara-, cuyos seguidores ocuparon la embajada marfileña en París -que abandonaron horas después- para exigir que Gbagbo deje el cargo.