Al igual que ocurriera esta misma semana en Sopela, otros dos jóvenes, esta vez vecinos de Oñati, han sido multados con 500 euros cada uno por participar en una concentración en denuncia por la desaparición y muerte de Jon Anza.

Sin embargo, lo inaudito de este procedimiento administrativo es que los dos vecinos de Oñati han sido multados después de ser identificados en una fotografía recogida en la pagina web www.askatu.org.

La Ertzaintza ni siquiera se personó en aquella concentración que según el Departamento de Interior de Lakua no estaba autorizada. Todo indica que el departamento de Rodolfo Ares conoció la concentración vía internet y que optó por castigar a dos de los jóvenes que se les reconocía en la fotografía que los propios concentrados mandaron a la página del movimiento pro amnistía.

Este movimiento ha denunciado con contundencia la multa impuesta a estos dos jóvenes por denunciar la desaparición de Anza, que se se suma a las tras dos multas, también de 500 euros cada una, impuestas a o dos sopelaztarras.

«Denunciar la represión acarrea represión», sostiene en la nota y censura que «los responsables políticos en vez de invertir su tiempo en esclarecer lo ocurrido con el militante donostiarra, lo inviertan indagando en internet en busca de concentraciones desautorizadas y castigándolas».