Debemos descifrar el lenguaje putrefacto de los chorizos con corbata y cargo público, porque justificar un aumento del precio de la luz debido a un «déficit tarifario», es como para mentarles a sus progenitores. La electricidad es algo bastante más básico que los vuelos de ocio, pero las empresas eléctricas, utilizando primero las instalaciones públicas regaladas en su privatización y el déficit político de los gobernantes con compromisos que seguramente son pura corrupción, nos indican, sin demostrarlo claro está, que la distribución es lo que la encarece. Bueno. Lo que dicen es que quieren más subidas, porque les parece muy poco los dividendos que han recibido este año sus accionistas que son estratosféricos. El señor Florentino Pérez abandonó hace un tiempo la construcción civil y se dedicó a las eléctricas. Con ello está todo dicho. Nos timan. Nos atracan con el beneplácito del gobierno y sus decisiones tan sospechosas.

Yo no sé si sufre déficit tarifario, o déficit voluntario de remontar en audiencias, pero ha vuelto «Estudio 1», y lo ha hecho en La 2, y para iniciar esta nueva etapa han elegido «La viuda valenciana» de Lope de Vega. Y ahí empieza el déficit, porque tienen grabado ya «Urtain» de Animalario, es decir podrían haber empezado por una obra de teatro actual y no por una obra que por mucho que la adornen, le pongan iluminación de serie erótica, es un lastre, un anacronismo, un error programático. Los resultados de audiencias pueden calificarse de muchas maneras, pero superó la media de la cadena, aunque se quedó en unos seiscientos cincuenta mil telespectadores, por lo que ahora deben venir los especialistas a decirnos si hay déficit de audiencia, de relación coste con resultados que marcarán su futuro.

La producción de TVE, a la vieja usanza, con un reparto efectista, una realización canónica y una dicción perfectamente mejorable. Se celebra la llegada del teatro a la tele, pero esperemos que nos traiga el teatro de nuestros días, para interesar a otro público que no sea el de «Cine de barrio». La 2 tiene sus claves propias que deberían orientar los contenidos, para no marear mucho a los fieles.