Cinco soldados de la OTAN murieron ayer en varios ataques en el este y el sur de Afganist�n, en la jornada m�s sangrienta para los ocupantes en estos primeros d�as de a�o. Estos ataques desmienten al vicepresidente de EEUU, Joe Biden, quien asegur� la v�spera que el Ej�rcito ocupante, que ser� reforzado con otros 1.400 efectivos, estar�a �frenando el avance� talib�n.

Justo cuando Biden abandonaba Kabul, un kamikaze a bordo de una moto estall� su carga contra un minib�s que transportaba a agentes del servicio de inteligencia (NDS) del Gobierno de Kabul, dejando un saldo de al menos tres muertos.

El NDS es un objetivo preferente de la resistencia. Uno de sus responsables muri� asimismo ayer junto a sus dos guardaespaldas en un ataque en Asadabad, capital de la provincia oriental de Kunar.

Reclutando �autodefensas�

Apremiado por la cercan�a del mes de julio -fecha de inicio del anunciado repliegue-, el Ej�rcito estadounidense quiere impulsar, en el par�ntesis invernal, su pol�tica de reclutamiento de fuerzas de �autodefensa� locales que se enfrenten a los talibanes en sus feudos.

En el caso de la aldea de Bangi, en la provincia suroriental de Ghazni, el capit�n Aaron Schwengler ofrece 100 d�lares mensuales a los j�venes del pueblo (el 80% en paro) para que hagan la labor de vigilantes y parapetos locales frente a la resistencia talib�n.

Los ancianos de la aldea insisten, por contra, en pedir dinero para construir un canal de riego que permita al pueblo cultivar m�s en esta �rida tierra, controlada de facto por los talibanes, que ya han creado sus administraciones paralelas.