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Martxelo Díaz Periodista

Con huevos hasta el fin del mundo

Está visto que la economía europea no levanta cabeza y que no puede tener un día tranquilo. Portugal se ha salvado por los pelos de la intervención gracias a que parece que los mercados han sido compasivos y le han comprado su deuda.

Pero si le faltaba algo a la economía europea es que su locomotora, Alemania, se vea sacudida por un escándalo de contaminación por dioxinas de huevos y carne de cerdo. El problema no es sólo que los alemanes -y seguramente el resto de los europeos- hayan estado comiendo veneno y que, una vez más, los controles sanitarios que debían proteger la salud de los consumidores no hayan funcionado. Seguramente, los habrán privatizado recientemente. Si ya no se puede confiar en los controles sanitarios de las salchichas alemanas, es que no hay nada seguro en este mundo.

Sin embargo, a los responsables de la industria alimentaria alemana no les preocupaba haber envenenado a sus compatriotas. Su mayor temor era la cuenta de resultados ante las prohibiciones de importar huevos y cerdos alemanes por parte de ¡Corea del Sur y China!

No parece lógico que para que un chino pueda comerse un par de huevos fritos (o cocidos) en una tasca de Shanghai tenga que esperar a que llegue el cargamento de los martes por la mañana de Baden-Württemberg o de Baviera, o que para que un soldado surcoreano que patrulla la paradójica Zona Desmilitarizada pueda comer costillas tenga que haber matanza de San Martín en el land de Mecklemburg-Pomerania Occidental. ¿Es que los chinos no tienen gallinas ni huevos y los coreanos no saben cómo se cría un cerdo? ¿Con qué alimentarán esos cerdos alemanes para que salgan más baratos que los chinos, especialistas en eso de rebajar costes con el expeditivo método de no pagar a los trabajadores y que con tanto interés están copiando en Occidente? ¿A cuánto está el kilo de dioxina?

Está visto que a las transnacionales no les interesan ideas como que lo que comemos se produzca lo más cerca posible. Es mejor llevar una docena de huevos al fin del mundo.

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