Paco Cabezas se ha hecho un sitio en el mercado interior como guionista de películas que han funcionado en taquilla, y entre las que se encuentran «Sexykiller», «Spanish Movie» o «Bon appétit». En la realización debutó con «Aparecidos», una película de terror sobre el tema político de los desaparecidos en Argentina. Después de la experiencia, ha querido volver a rodar allí parte de su segundo largometraje, «Carne de neón».

La nueva cinta es una versión extendida del cortometraje homónimo, que tenía un estilo muy efectista, influenciado por el primer Danny Boyle, Guy Ritchie y Tarantino. La realización resultante quiere conservar ese tono visualmente movido, sobre la base de una historia poblada de personajes delictivos y marginales.

El protagonista es un joven que se ha criado en el ambiente suburbial desde que fuera abandonado por sus padres, por lo que su familia la constituyen camellos, chulos, prostitutas y rateros. Para celebrar la salida de prisión de su madre, quiere abrir un prostíbulo que se llamará Hiroshima Club, donde ella será la dueña, objetivo a lograr con la ayuda de sus compinches. La acción transcurre en una ciudad portuaria imaginaria, surgida de la mezcla entre las localizaciones distantes de Buenos Aires y Madrid.