La 20ª jornada acabó con alegría para el Athletic que, por primera vez en toda la temporada, mira la Liga desde puestos europeos. Una plaza que no será fácil de mantener por mucho que los rojiblancos, como subraya una y otra vez Joaquín Caparrós, mantengan su casi impecable trayectoria en casa.

Es, precisamente, ese «casi» el que puede separarles de acabar la Liga con pasaporte continental. Lo comprobaron el año pasado, cuando los tropiezos en la segunda vuelta fueron contados en San Mamés, pero se vieron potenciados por el pésimo rendimiento del equipo a domicilio. Pero también porque casi todos los tropiezos se dieron ante rivales directos en la pelea por Europa, los envites que acaban inclinando la balanza. El Athletic sumó menos de una quinta parte de los puntos -apenas ocho- que disputó ante los equipos que le precedieron en la clasificación, lo que le obligaba prácticamente al pleno ante el resto de rivales.

La campaña no ha empezado mejor en ese sentido. Los bilbainos siguen mostrándose prácticamente intratables en casa y sufriendo muchos altibajos a domicilio. Pero son nuevamente los equipos de la zona media y baja los únicos que acaban de vacío frente al Athletic. De todos los que le preceden en la clasificación, sólo el Espanyol -con espectacular remontada en San Mamés- ha tenido que hincar la rodilla. Barcelona, Real Madrid, Valencia y Villarreal se han llevado los puntos, con un par de goleadas incluidas. De entre los que aspiran ahora mismo a arrebatar la sexta plaza a los bilbainos, también se consiguió la victoria, contundente en ambos casos, frente a Mallorca y Getafe, pero voló ante Sevilla y Atlético de Madrid.

El rival que, precisamente, puede marcar el salto de calidad del Athletic. En el plano estrictamente clasificatorio, permitiría a los rojiblancos mantener la sexta plaza una jornada más y supondría abrir brecha respecto a un rival directo, con posibilidad evidente de voltear el golaverage particular. En un plano menos tangible, el valor de una victoria también sería considerable. Sería la tercera consecutiva -algo que se lograría por primera vez esta temporada-, se conseguiría en uno de los campos más complicados de la categoría -hasta ahora sólo se ha podido celebrar en el Rico Pérez y el Ciudad de Valencia- y llegaría frente a uno de los principales candidatos a posiciones europeas. Es decir, lo que en los últimos años se ha convertido en uno de los puntos débiles del equipo, que ya la pasada temporada visitó el Calderón en una situación similar, para acabar cayendo derrotado.

Quizá por exorcizar esos fantasmas, o por quitarse presión, los rojiblancos recuerdan que «lo realmente importante es estar en Europa a final de temporada». Pero también, reconoce Javi Martínez, que para que no vuelva a faltar el «pasito» de la pasada campaña, el equipo debe mantener el «camino correcto». Es decir, mantener la racha en casa y «lograr también algún punto fuera». Mejor aún si es ante «rival directo», destaca Andoni Iraola. «Todo lo que sea sumar y quitarle puntos sería superpositivo», admite el jugador usurbildarra.