Ni el toque de queda, ni el bloqueo de internet y de las redes de telefonía móvil, ni la represión policial pudieron impedir a la ciudadanía egipcia movilizarse para reclamar, siguiendo la estela tunecina, la marcha del presidente Hosni Mubarak, en el poder desde 1981. Hasta EEUU, aliado incondicional hasta el momento, ha rechazado la apuesta por la represión y ha pedido al raïs Mubarak que tenga en cuenta las demandas de los manifestantes.
Los talibanes volvieron a demostrar ayer, una vez más, que son capaces de penetrar hasta el mismo centro de la capital afgana, donde las fuerzas locales han registrado las mejores estadísticas. Este ataque contra un supermercado dejó al menos nueve muertos y siete heridos.
El inquilino del Kremlin, Dmitri Medvedev, firmó ayer el acta de ratificación del Tratado ruso-estadounidense para la Reducción y Limitación de Armas Estratégicas (START). El pacto, que pronto entrará en vigor, obliga a ambas potencias a reducir su arsenal ofensivo.
Nelson Mandela regresó ayer a su casa de Johannesburgo, donde seguirá bajo vigilancia médica tras haber estado dos días hospitalizado para ser atendido de una infección respiratoria aguda, tratamiento al que ha respondido muy bien.