Al menos 3.000 personas se manifestaron ayer en Amman, la capital jordana, a convocatoria de Hermanos Musulmanes para protestar contra la carestía de la vida y la política económica, reclamando un cambio de Gobierno y reformar, con Egipto y Túnez como referentes.

A diferencia de lo ocurrido en estos dos últimos países árabes, el movimiento de protesta en Jordania no se ha caracterizado por enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

Ondeando banderas jordanas y de sus partidos, los manifestantes respondieron al llamamiento de Hermanos Musulmanes, principal fuerza de oposición del país, y de su rama política, el Frente de Acción Islámica (FAI), a manifestarse «contra la carestía de la vida y por las reformas políticas».

Desde hace varios días, el rey Abdallah II multiplica las iniciativas para intentar apaciguar la ira popular de los jordanos.

Además de reunirse con personalidades de todos los ámbitos, el Rey instó al Parlamento a acelerar las reformas políticas y socioeconómicas y a recuperar la confianza del pueblo en las instituciones.

Además, ha realizado visitas discretas a las zonas más depauperadas del país, según su entorno.

Pero esto no ha persuadido a los islamistas de continuar organizando manifestaciones, especialmente la de ayer, en la que participaron también partidos políticos de izquierda y sindicatos, bajo un importante dispositivo policial.

«Abajo el Gobierno de Samir Rifai [designado por el rey]», «Queremos un Gobierno de salud nacional», «Juntos por las reformas políticas y económicas», podía leerse en las pancartas.

No se tuvo constancia de ningún incidente durante la manifestación.