La Policía desalojó ayer a los manifestantes que estaban acampados desde hace días ante las oficinas del primer ministro, Mohammed Ghannouchi, en la plaza de Kasbah, según informó la agencia France Presse.

Las unidades antidisturbios dispararon gases lacrimógenos contra los manifestantes congregados bajo las ventanas de las oficinas de Ghannouchi, que respondieron lanzando piedras.

Al menos cinco personas resultaron heridas en el transcurso de estos enfrentamientos, indicó a France Presse un médico de urgencias presente en el lugar de los hechos.

Al menos 200 agentes de la Policía antidisturbios tomaron parte en la carga. Los militares presentes en el lugar no intervinieron.

En la explanada, sobrevolada por un helicóptero, los policías procedieron inmediatamente a desmantelar las tiendas utilizadas por los manifestantes, que llevan varios días protestando contra Ghannouchi.

Al menos cinco heridos

Numerosas personas huyeron por las calles adyacentes, con los ojos enrojecidos y llorosos a consecuencia del gas lacrimógeno.

«He visto al menos cinco heridos. Muchos ciudadanos sangraban», afirmó el médico del SAMU de Túnez Majdi Amami.

Precisó que dos heridos fueron alcanzados por piedras lanzadas por los manifestantes y que la Policía volvió a arrojar contra ellos. Un tercero recibió el impacto de un bote de gas lacrimógeno disparado «casi a quemarropa», afirmó este médico.

A continuación, los manifestantes se reagruparon en la avenida Bourguiba, la principal arteria de Túnez, donde volvieron a ser atacados con gases lacrimógenos.