El vicepresidente primero del Gobierno español y ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ensalzó ayer la labor del PSE «frente a la violencia que jamás ha conseguido doblegaros» y agregó que «cuando más pronto que tarde, la violencia y el chantaje de unos pocos sea sólo un recuerdo, cuando más pronto que tarde ya nadie pretenda que una democracia se pueda defender o atacar con las pistolas, cuando todos respeten la aspiración de paz de los ciudadanos», los militantes del PSE habrán «hecho mucho» y habrán «dado mucho para que todo esto suceda».

Rubalcaba hizo estas declaraciones ayer en Bilbo, ante la militancia del PSE, en un acto político con motivo del 125 aniversario del nacimiento de esta formación, en el que también participó el lehendakari, Patxi López.

En un discurso con un claro tono electoral, aseguró que «estamos en un momento muy importante, en el que se están decidiendo muchísimas cosas» e indicó que «de las respuestas que encontremos a la crisis, de los caminos que elijamos para salir de ella, que no son todos iguales, ni tienen las mismas consecuencias, en esas elecciones nos jugamos mucho para el futuro de Euskadi y del resto de España».

El vicepresidente del Ejecutivo español reclamó el derecho a vivir «con normalidad» y emplazó a que nadie intente «ostentar el monopolio del patriotismo o apropiarse del amor a esta tierra».

Rubalcaba subrayó que la solidaridad y la justicia «son nuestras guías» y apuntó que «hemos decidido aquí en Euskadi desde hace 125 años que no dejaríamos a nadie en el camino. Por eso, es muy importante que ahora haya un lehendakari socialista».

En el mismo sentido, el lehendakari Patxi López afirmó que el proyecto del PSE «va mucho más allá» de esta legislatura y avanzó que su pretensión es «recuperar» la Alcaldía de Bilbo en los próximos comicios municipales, para «fortalecer el cambio tranquilo» y «consolidar la cohesión social».