Al borde de los puestos de descenso
Corresponsabilidad de moda
Uno de los capitanes, Miguel Flaño, pidió unión entre todos y aseguró que el que juega mañana es el club.
Natxo MATXIN
Dentro de lo políticamente correcto, continúan los ejercicios de corresponsabilidad en la sala de prensa de Tajonar. Si en días anteriores tanto Aranda como Sergio -quizás este último de manera más tibia- apostaron por cerrar filas y compartir culpas, uno de los capitanes de la escuadra rojilla, Miguel Flaño, mantuvo la misma línea en vísperas de la trascendental visita del Real Madrid.
A nadie escapa que gran parte de la culpa de la situación en la que se encuentra Osasuna es de los jugadores, pero no es menos cierto que el encuentro frente a los merengues es la primera parte de un plebiscito sobre la labor de Camacho, siempre y cuando el técnico goce de una segunda oportunidad ante el Mallorca, de lo que dependerá el resultado e imagen que se dé ante los blancos.
Como era de esperar, nadie se ha movido un ápice del discurso esperado en torno a la necesidad de que el delicado momento necesita de la unión de todos y demás discursos que, por tantas veces utilizados, acaban por perder su verdadero contenido. Seguro que si en breve plazo se produce un relevo en el banquillo, entonces surgirán las disonancias con el actual preparador, que haberlas, haylas.
De momento, hay que conformarse con declaraciones del estilo de que «la responsabilidad es de todos y quien se la quite, se equivoca», como reflejó Flaño. «El ambiente está un poco enrarecido, se está hablando de temas extradeportivos, cuando realmente lo que nos da de comer es el partido», añadió el central de Noain.
Una coyuntura que al defensa rojillo no le gusta para nada. «Me da rabia y creo que es un buen momento para mirar la historia de Osasuna. Hemos estado tantos años en Primera porque nos hemos unido afición y equipo, convirtiéndonos en un ejemplo. Creo que viene bien recordarlo», aseguró.
Para Flaño, que todo apunta volverá al once, la salida del túnel no va a ser nada sencilla. «La situación del equipo no se resolverá en los próximos dos partidos, va a ser largo y duro. Pero tengo confianza en la plantilla y en el entrenador para poder salir adelante. Más allá de posibles discrepancias, por encima de un jugador o de un técnico, está el club. Osasuna es quien juega este domingo», indicó.
En su análisis deportivo de lo que está ocurriendo, el central admitió que «éramos un equipo difícil de ganar, un bloque que recibía pocos goles, y en los últimos partidos no hemos estado a la altura. Teníamos solidez y agresividad, y recuperarlo es el primer paso», señaló.