El destino le ha dado una nueva oportunidad a Andy Murray -cuarto en la clasificación mundial- en el intento de conquistar su primer Grand Slam en Australia y de poder repetir la hazaña que en 1934 logró Fred Perry, el último británico en conquistar Melbourne.

Tras el intento en vano del pasado año cuando no pudo vencer al suizo Roger Federer, el escocés vuelve a llegar a una final después de deshacerse del alicantino David Ferrer por 4-6, 7-6 (2), 6-1 y 7-6 (2) en un encuentro que duró 3 horas y 46 minutos.

Ferrer llegaba a la cita después de haber cuajado un serio torneo y tras derrotar en cuartos de final al número uno, Rafa Nadal, hecho que le hace salir de Melbourne Park como sexto jugador del mundo.

Comenzó ganando el primer set, trasladándo el nerviosismo y la inquietud a su rival. En el segundo, el español tuvo gran parte del set de su lado, pero Murray aprovechó su saque y sus paralelos imposibles para empatar el encuentro.

El tercer parcial lo ganó sin demasiados apuros, pero en el cuarto se tuvo que llegar al tie break para conocer el segundo finalista de Melbourne. Andy Murray se enfrentará mañana al serbio Novak Djokovic.

Clijsters y Li, a por el trono

Por su parte, hoy, a partir de las 9.30 (hora de Euskal Herria), Kim Clijsters y Na Li se disputan el trono del Open de Australia. Para la belga será su segunda final, mientras que la china disputará la primera de su carrera en Melbourne.