La autopsia realizada al cuerpo encontrado el martes dentro del vehículo perteneciente a la vecina de Urbiola desaparecida en agosto confirma que la mujer murió por un accidente de tráfico cerca de su vivienda.

Las pruebas de identificación del cadáver que se realizarán mediante estudios de ADN y huellas dactilares permitirán saber si, definitivamente, el cadáver corresponde a María Ángeles Germán López, de 44 años.

Los análisis realizados muestran que el cuerpo no presenta lesiones infligidas por otra persona y que la causa de la muerte se ajusta más a un accidente. Las inspecciones al turismo refuerzan la hipótesis. Los desperfectos en el coche muestran que el vehículo se salió de la cuneta y cayó en la acequia en circulación y que no fue empujado por nadie.

El hecho de que una rueda estuviera rota podría explicar que después de una curva hacia la derecha el coche se hubiera salido de la calzada. La rueda reventó al chocar contra algo hasta que el vehículo se golpeó contra el puente que está sobre la acequia, y después se sumergió en ella. En el puente encontraron restos de pintura del color del coche.

Además, al parecer, la mujer sufrió el accidente el día que llevaba a su perro al veterinario en la localidad de Los Arcos, y justamente en el vehículo apareció el cadáver del animal.

Tras el hallazgo del cuerpo sin vida este martes, la familia de la mujer se mostró sorprendida ya que la zona supuestamente había sido rastreada en el marco del dispositivo de búsqueda, puesto en marcha por la Policía Foral tras su desaparición

El imputado queda libre

Unos operarios que estaban realizando tareas de desbroce en las cunetas fueron los que encontraron el martes el turismo con un cuerpo de una mujer en su interior. Los vecinos de la zona advirtieron que el punto de la carretera donde encontraron el coche ha sido escenario de repetidos accidentes de tráfico durante los últimos años.

Por otro lado, la titular del Juzgado de Instrucción número dos de Lizarra dictó un auto por el que dejó sin efecto la obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada mes impuesta al imputado por la desaparición de la mujer. La juez levantó, también, el secreto de sumario.

Debido a las diferentes hipótesis que barajaba la Policía Foral, en octubre detuvo a un matrimonio residente en Barbarin con el que el marido de la desaparecida tenía amistad. La mujer fue puesta en libertad sin cargos, pero contra el hombre se decretó la obligación de comparecer en el juzgado cada quince días.