Un ciclón de «proporciones catastróficas» golpea el noreste de Australia
El ciclón de máxima intensidad «Yasi», considerado de «proporciones catastróficas» por las autoridades, golpeó ayer las populosas costas del noreste de Australia, generando violentos vientos que arrancaron tejados de edificios y dejaron miles de hogares sin electricidad, en lo que podría convertirse en uno de los más mortíferos temporales de la historia del país. De acuerdo con el servicio meteorológico el ojo del ciclón tiene un diámetro de 35 kilómetros y un frente de 650.
Torsten BLACKWOOD (AFP) | INNISFAIL
Vientos huracanados que soplaban a una velocidad de hasta 290 km/h iban rompiendo a su paso tejados, derribando árboles y cortando el suministro de electricidad a medida que el ciclón «Yasi» tocaba tierra firme por el litoral y cruzaba la zona costera del estado de Queensland, tras un vendaval que causó daños menores.
«El núcleo destructivo del ciclón «Yasi» está empezando a atravesar la costa entre Innisfail y Cardwell, provocando inmensas olas», señaló la Oficina de Meteorología, para la que «su impacto debería ser el peor jamás observado en las últimas generaciones».
El ciclón tocó tierra cerca de Mission Beach, en una zona turística y agrícola, a 180 kilómetros al sur de Cairns, cerca de la Gran Barrera de Coral.
Se pronosticaba que los vientos soplarían con máxima intensidad durante unas cuatro horas. Aunque durante la primera hora, los vientos fueron de menor fuerza que la que en principio se habían anunciado, los meteorólogos indicaron que «la fuerza real de los vientos la veremos cuando llegue el ojo del ciclón».
Los habitantes y turistas de la costa noreste de Australia aguardaban refugiados en sus casas y hoteles la llegada del ciclón, cuya intensidad se había elevado previamente a la categoría máxima cinco.
Las autoridades pidieron a los habitantes que se quedaran en sus casas. «El tiempo de la evacuación terminó. Ahora, la gente tiene que refugiarse donde se encuentra», había declarado la primera ministra del Estado de Queensland, Anna Bligh.
Las autoridades aconsejaron a los habitantes preparar «una habitación de seguridad», con colchones, una radio y víveres.
«La gente tiene que saber que el tejado de sus casas puede levantarse. Pero esto no afecta la estructura de la casa», declaró Ian Stewart, coordinador en caso de catástrofe en Queensland. «Estarán empapados, pero es mucho más peligroso ceder al pánico y salir corriendo de casa que quedarse dentro», estimó.
Los pacientes de dos hospitales de Cairns fueron evacuados en un avión militar hacia Brisbane, más al sur. La actividad estaba suspendida en los aeropuertos y los puertos de la región.
El diámetro del ojo del ciclón se estimaba en 35 kilómetros y su frente, en 650. Está previsto que golpee de pleno una zona costera muy poblada, entre Cairns y Cardwell, ciudades de 130.000 habitantes cada una.
La primera ministra, Julia Gillard, dijo que «Yasi» podría ser el peor ciclón en azotar la costa australiana. «Este es probablemente el peor ciclón que nuestro país haya conocido», señaló.
El tamaño y la intensidad de «Yasi» podrían superar ampliamente la del ciclón «Tracy», que en 1974 devastó la ciudad de Darwin (norte), mató a 71 personas y destruyó el 90% de las viviendas.
El sur de Queensland, la región más afectada por las inundaciones de finales de 2010 y principios de 2011, escapará a Yasi porque su trayectoria se desvió al norte.
La supertormenta que azota a un tercio de EEUU ha obligado a cancelar más de 12.000 vuelos y, tras paralizar Chicago, continuaba ayer su recorrido hacia el nordeste del país, donde se esperaban más nevadas y numerosas capas de hielo. Más de 100 millones de estadounidenses se vieron afectados por la tormenta, «una de las peores» de la temporada invernal, que se prolongará hasta finales de semana.
Desde el lunes se han cancelado 12.000 vuelos, un 20% del tráfico aéreo interno en EEUU, informó efe.
Más de 250.000 personas sufrieron en sus hogares cortes de electricidad en los estados de Illinois y Ohio.
Chicago ha sido la ciudad donde la «tormenta monstruosa», como la denominan los medios locales, ha golpeado con mayor intensidad, con vientos polares de hasta 80 kilómetros por hora y capas de nieve de 60 centímetros de espesor. Los termómetros en la«ciudad del viento» registraron el martes máximas de 18 grados bajo cero. GARA