Se acabó la mala racha de Lagun Aro GBC
Unas cicatrices de las que presumir
Los errores y la ansiedad frenaron el buen inicio local, que perdió una renta de 15 puntos. Los rebotes y varias canastas apuradas trajeron la octava victoria.
ALGUN ARO 77
MENORCA BASQUET 72
Arnaitz GORRITI
Cuando llegue la hora de la retirada, acodada en la barra de algún bar, con una cerveza en la mano y la luz de un sol crepúscular en pleno ocaso filtrándose por los ventanales, con la voz cascada de días largos y noches inacabables, al recuerdo de partidos como ayer la plantilla de Lagun Aro GBC se remangará o se quitará la camisa, y mostrará con fatigada altivez las cicatrices de pretéritas épocas, surcos de batallas libradas al filo de la navaja, con victorias que significaron seguir en pie ante adversarios finalmente derrumbados.
O algo así. Porque donde no llegó la calidad, llegó el corazón de los donostiarras, que se sobrepusieron a sus propios nervios y lograron cortar al fin la racha de siete derrotas seguidas, sumando así su primer triunfo de 2011 y abriendo un más que interesante hueco respecto al furgón de cola. De hecho, desde su atalaya de ocho victorias, el cuadro donostiarra podrá ver que no sólo Menorca, sino que otros rivales directos como Granada, Manresa y Alicante también perdieron, con lo que su triunfo de ayer adquiere una importancia todavía mayor.
Cuando, en el tercer período, Baron anotó su tercer triple -a pesar de sus 17 tantos, el de Rhode Island cuajó una actuación discreta, con muchos errores en tiros fáciles para él. Por otro lado, al menos anduvo listo para provocar un par de faltas, gracias a los que pudo sumar seis puntos de tiros libres-, el marcador mostraba un 53-38, de modo que pudiera parecer que el duelo ya se había roto y que la esperada octava victoria iba a llegar de un modo plácido.
Nada más lejos de la realidad. Los menorquines no se rindieron y se encomendaron a Radenovic y Donaldson para intentar la heroica. Mientras, en defensa se la jugaron con una especie de zona 3-2 con Donaldson en punta, pero con la particularidad de que a Baron y a Uriz -o Salgado- se les seguía en los cortes. Así las cosas, el ataque donostiarra, tan alegre en los 20 primeros minutos, se cortocircuitó de golpe y porrazo. Se intentó mover el balón y, ciertamente, se encontraron lanzamientos cómodos, pero éstos ya no entraron -Lagun Aro GBC anotó 5 triples de 12 intentos en la primera mitad, y 2 de 10 en la segunda-, de modo que los nervios comenzaron a aflorar tanto en la grada como en el parqué.
Los donostiarras sólo anotaron 6 puntos durante más de diez minutos, todos ellos desde la línea de tiros libres. Mientras, el Menorca Basquet, a pesar de fallar una y mil veces, lograba sumar, y cuando Pablo Laso paró el choque, a 6.42 del final del último cuarto, el marcador reflejaba un inquietante empate a 59. Es decir, que Lagun Aro GBC dejó escapar una renta de 15 tantos y tuvo que sobreponerse a un parcial adverso de 6-21. Todo ello sin margen de error.
Poco quedaba ya del acierto de unos 20 primeros minutos en los que Salgado a través de la anotación y Uriz por la dirección, desarbolaba a un Menorca Basquet que apenas podía parar los golpes, sobre todo en un segundo cuarto que dejaría el marcador 46-33. Los minutos finales prometían navajazos en el bajo vientre y un final incierto.
Sin perder la cabeza
Con todo, Lagun Aro GBC no se desquició -no del todo- y supo hacerse fuerte en el rebote ante un Menorca Basquet que también fallaba más de la cuenta. La clave de esta extraña serenidad estuvo en que los visitantes no lograron ponerse por delante; empataron a 59, 61 y 63, pero los de Laso supieron responder a todas las igualadas.
De cualquier manera, la fortuna también fue aliada de los guipuzcoanos, para qué negarlo. Con empate a 63, Lagun Aro GBC realizó un ataque penoso, estando a punto de perder el balón en varias ocasiones. Pero el balón le llegó a Lorbek, y el esloveno clavó un triple de oro puro. En la siguiente defensa Radenovic hizo falta en ataque, y los de Laso sumaron tres puntos más desde la línea de tiros libres por parte de Panko y Doblas.
Los menorquines volvieron a la carga situándose 71-69 dentro del último minuto. Pero Panko, en una jugada dudosa en la que pudo pisar la línea de fondo, palmeó su propio tiro errado, y en la siguiente, Donaldson falló un tiro libre vital. Desde la misma línea de 4,60 metros, Tskitishvili certificó una victoria que dejó marcas y cicatrices, unas marcas de las que se podrá presumir algún día.
Aparte de por la obligada victoria sobre Menorca, la jornada resultó redonda para Lagun Aro GBC. Todos sus perseguidores, Granada, Manresa y Alicante también perdieron. El parón de Copa se vivirá con tranquilidad.
Con empate a 63, los donostiarras hicieron una mala jugada, pero Lorbek clavó un triple a la postre vital. Menorca Basquet cometió varios errores en ataque, algo que Gipuzkoa Basket aprovecharía para abrir una renta definitiva.
Liberado, Pablo Laso estaba feliz por una victoria tan sufrida como necesaria. El técnico gasteiztarra subrayó la «solidez» y la «madurez» de los suyos.
«Ganamos tres de los cuatro cuartos, y demostramos madurez y solidez; no era fácil con ese estado de ansiedad. Jugamos muy bien los 20 primeros minutos, pero estos partidos o los rompes o el rival vuelve. Ante su zona nos hemos parado, y dejamos de correr», reconoció.
Pablo Laso tuvo palabras de elogio a todo su grupo. «Nadie puede borrarse en este equipo, y todo el mundo ha aportado».
A. G.