CRíTICA teatro
A cachos
Carlos GIL
Colocado en un esperpento de difuntos, o como dicen en el programa de mano, un sainete espectral, los personajes se reflejan en su incapacidad para cambiar el curso de los hechos. El destino trazado con mano insegura, provee de las circunstancias apropiadas para que se vaya constituyendo «la patria de los espectros», que es el subtítulo de esta pieza, y que instaura un juego de imprecisas pistas circenses, de estadios mentales olímpicos, de pequeñas salas de bingo donde el instante de luz anuncia la oscuridad total.
Fieles a su estilo, a su lenguaje escénico, a su filosofía de mostrar la vida a través del deterioro físico y hasta de la muerte, de establecer un código escénico en el que la composición de los personajes es una materialización de una utopía, un pensamiento, un discurso. El texto provee, la escena dispone, los actores subliman. El resto son elementos para acompañar en el camino hacia esta teatralidad arrebatadora, hecha a cachos de intuición, esencia y talento al servicio irrenunciable de una manera de entender el hecho teatral.
Obra: `Nadie lo quiere creer'.
Autor: Eusebio Calonge. Intérpretes: Gaspar Campuzano, Francisco Sánchez, Enrique Bustos. Dirección y espacio escénico: Paco de la Zaranda.
Producción: La Zaranda.
Lugar y fecha: Teatro Barakaldo - 05-02-11.