Soldados camboyanos y tailandeses volvieron a intercambiar ayer, por cuarto día consecutivo, disparos de artillería y armas ligera en una zona fronteriza que reclaman ambos países, el templo Preah Vihear y sus alrededores. Los dos países se acusan mutuamente de ser responsables del inicio de los combates.

Las hostilidades volvieron a cesar anoche y los soldados tailandeses se retiraron de varios fuentes fronterizos mientras el silencio y la oscuridad reinaba en la zona donde las casas habían sido abandonadas por los vecinos, informó Efe.

Desde el viernes, según datos del ministro camboyano de Exteriores, Hor Namhong, difundidos por AFP, han muerto cinco camboyanos y otros 45 han resultado heridos, aunque no precisó si eran militares o civiles. Tailandia, por su parte, informó de dos muertes, la de un soldado y la de un campesino.

Miles de personas de ambos lados de la fronteras se han visto obligadas a dejar sus hogares. Según el gobernador de la provincia tailandesa de Si Sa Ket, Somsak Suwansujalit, 15.000 tailandeses han huido desde el inicio de los enfrentamientos.

Tras los combates del domingo, el Gobierno camboyano denunció que la artillería tailandesa provocó el hundimiento de una de las alas del templo Preah Vihear, el templo jemer del siglo XI declarado en 2008 por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en Camboya y origen del conflicto. Tailandia admite que el conjunto monumental se encuentra en territorio camboyano, tal y como sentenció en 1962 la Corte Internacional de La Haya, pero reclama una zona de 6,4 kilómetros cuadrados situada en los alrededores.

El primer ministro de Campoya, Hun Sen, pidió ayer una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU e, incluso, el despliegue de tropas de paz y la creación una zona de separación.

El primer ministro tailandés, Abhasit Vejjajiva, defendió el domingo la actuación de su Gobierno respecto a Camboya en respuesta a la presión que ejerce la alianza nacionalista de los «camisas amarillas», que exige su renuncia y reclama mayor dureza con Camboya por el contencioso territorial.

El enfrentamiento, el peor en años, se inició el viernes tras una reunión de los dos ministros de Exteriores para intentar prevenir un aumento de la tensión. También contribuyó a aumentar la tensión la condena a ocho y seis años de cárcel por espionaje a un ex líder de los «camisas amarillas» y a su secretaria. por entrar ilegalmente en Camboya el 29 de diciembre, a otra zona cuya soberanía reclaman ambos.