«El Banco Europeo está siendo más sensible que las autoridades guipuzcoanas»
Se ha movilizado en la puerta de la Diputación de Gipuzkoa, e incluso llevó restos tóxicos de una incineradora al diputado Carlos Ormazabal para preguntarle qué se hace con ellos. El ecologista Julio Barea es doctor en Ciencias Geológicas y responsable de la campaña de contaminación de Greenpeace.
Janire ARRONDO | DONOSTIA
Greenpeace ha querido reunirse con Patxi López, Odón Elorza o Carlos Ormazabal para tratar el tema de la incineradora de Zubieta. Al final, ayer por la tarde fueron los responsables del Banco Europeo de Inversiones (BEI) quienes se entrevistaron con los ecologistas en Donostia. Aunque el Consorcio de Residuos anunciara que el BEI financiará su proyecto, el organismo internacional todavía se lo está pensando. Julio Barea, integrante de Greenpeace y participante en esa reunión, habló antes con GARA sobre la incineración y sus alternativas.
¿Qué le parece que el Consorcio de Gipuzkoa haya optado por una incineradora para dar solución al problema de los residuos?
El problema lo han generado ellos mismos por su falta de previsión y su mala gestión. Es la peor solución por muchos motivos, ya no sólo ambientales o sanitarias, sino por cuestiones económicas. Es la opción más cara y, además, una fuente de destrucción de empleos. En las diez plantas del Estado español trabajan como media 75 trabajadores por cada 100.000 toneladas tratadas. Si esa misma cantidad se valorizara materialmente, estaríamos generando entre siete y 39 veces más empleos.
Parece que es un momento decisivo en la financiación de la planta de Zubieta...
Aunque anunciaran que financian la incineradora, decidimos reunirnos con los responsables del BEI. Queremos plantearles cómo está el proyecto, todas la dudas, los procesos judiciales, mancomunidades y municipios que no quieren seguir, y todo a cien días de las elecciones que pueden cambiar muchos ayuntamientos. Esta decisión, en un momento como éste, resulta precipitada e irresponsable.
¿Puede hacer Gipuzkoa frente a esos préstamos?
Para la amortización del préstamo de 195 millones de BEI se necesitan 21 años, le sumamos la otra mitad [el otro préstamo] y sube a cuatro décadas. Y el mantenimiento y la gestión costarán 50 millones cada cinco años.
¿A qué se debe esta preferencia por la incineración?
Es evidente que hay un interés económico, esto es un negocio. El boom del ladrillo cayó por los suelos y ahora buscan huecos para las constructoras. Las obras de Zubieta se han adjudicado a la FCC [Xabier Agiriano, del PNV, es el responsable general de la empresa].
¿Qué supone para Zubieta tener una planta de incineración?
Los promotores dicen que son plantas de emisión cero, dicen que lo que entra ahí desaparece. Pero es mentira. Tienen emisiones contaminantes, como el CO2, dioxinas o furanos. Además, a la hora de la verdad ninguna planta garantiza que haya una emisión cero de este tipo de compuestos.
La incineradora, además, va a necesitar un vertedero.
Según la media de las incineradoras del Estado, los restos tóxicos son el 23%. No estamos hablando de vertederos conven- cionales. Necesitarán vertederos de seguridad, porque son residuos tóxicos, metales pesados, dioxinas, furanos...
Ha conocido de cerca el puerta a puerta de Usurbil o Hernani. ¿Cree realmente que este sistema es una solución al problema de los residuos?
Absolutamente. Es una de las soluciones o, por lo menos, una que funciona. Aplicando otros sistemas como la devolución o retorno de envases, nos dejaría un rechazo mínimo, y eso sin todavía haber trabajado con los productores de envases para que no pongan en el mercado elementos que no se pueden reutilizar. Hay tecnologías para todo eso, sólo hace falta voluntad política.
Los detractores del puerta a puerta se centran en el porcentaje de inertes, en los residuos que no se reciclan...
Eso es realmente hacer trampa. No se puede comparar un rechazo absolutamente inerte (una taza de porcelana, un cepillo de dientes) con las cenizas y escorias de la incineradora. Un vertedero de inertes no tiene peligro, uno tóxico había que controlarlo durante siglos.
Además del puerta a puerta, ¿existe alguna otra alternativa sostenible a la incineración?
Los sistemas de devolución. Esto es lo que hacíamos antes; pagábamos unos céntimos por lo cascos de las botellas y luego se devolvía el dinero. Este sistema es bueno también para los ayuntamientos, porque se ahorran mucho en la recogida diaria. Es importante también separar de la materia orgánica y hacer un compost de calidad.
«En el Estado español cada día se ponen en el mercado 51 millones de envases; por tanto, todos los años soltamos al medio ambiente 18.000 millones de envases»
La izquierda abertzale de Donostia acusó ayer a PNV y PSOE de «manipular» a los ciudadanos con el proyecto de la planta de incineración de Zubieta. Recordaron que el Consorcio de Residuos «ha secuestrado competencias municipales» para asegurar la devolución del préstamo de 195 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones en 21 años. «Su objetivo es construir la incineradora y asegurar así un gran negocio», denunciaron. En este sentido, los independentistas manifestaron que las instituciones guipuzcoanas promotoras del proyecto «se han aprovechado del apartheid a la izquierda abertzale» para sacar el proyecto adelante. GARA