Fernando Grande-Marlaska habló ayer en Iruñea sobre cómo deben relacionarse la Justicia y la prensa. Según fuentes de la Audiencia Provincial, el juez dejó claro antes de venir que no concedería ninguna entrevista a medios de comunicación. Esta charla tuvo lugar a mediodía y medio centenar de padres y madres de jóvenes detenidos en las últimas operaciones ordenadas por este juez se apostaron en los alrededores, para reclamar que se respeten los derechos humanos de sus hijos y, sobre todo, que Grande-Marlaska «se convierta en el garante» de que las personas que ordena detener vuelvan «en el mismo estado en el que salieron de casa».

Los agentes que vigilan la Audiencia Provincial comunicaron a la plataforma Padres y Madres contra la Tortura que la concentración no podía superar las 19 personas, por lo que se dividieron en tres grupos rodeando el edificio. Además, trataron de entregar en mano al juez una carta con sus demandas, como la que insta a Grande-Marlaska a no ordenar las detenciones, sino citarlos para que presten declaración en los juzgados. La carta denunciaba también que «los violentados y aterrorizados son nuestros hijos». Ante la imposibilidad de llegar hasta el magistrado bilbaíno, este documento se quedó en manos del jefe de protocolo y prensa de la Audiencia, quien se comprometió a hacer llegar la carta al juez al término de su exposición. Finalmente, uno de los tres grupos de padres se quedó apostado frente a los juzgados más de dos horas, con la intención de encontrarse con Grande-Marlaska, pero no tuvieron éxito.

En cuanto a la exposición que realizó el juez dentro de un ciclo organizado por la Audiencia, Grande-Marlaska defendió el secreto de sumario, pero se mostró a favor de informar a determinada prensa para grabar en directo operaciones mediáticas.