La presentación pública de la misión del Grupo Internacional de Contacto, en un ambiente de expectación máxima, supone un acontecimiento muy importante en el devenir del proceso de soluciones para Euskal Herria. Con una tarea de enorme significado político que va más allá de lo estrictamente técnico, la irrupción del GIC es una muy buena noticia por las posibilidades y los resortes que puede activar. Pero además retrata los recelos y aviva los insultos de quienes cada día se sienten más incómodos en las trincheras que construyeron para hacer frente a la nueva realidad.

La participación del GIC permite proyectar la confrontación de ideas y propuestas a un escenario donde las posiciones que defiende la izquierda abertzale son, por razonables y escrupulosamente democráticas, notablemente más poderosas que las del Estado. Ofrece un espacio al Acuerdo de Gernika para multiplicar su incidencia social, para poner en marcha desde el carril central de la sociedad todos los temas que engloba sin mayor dilación. El desprecio que manifiestan dirigentes políticos como Antonio Basagoiti, presidente del PP vascongado, más allá del exabrupto, es directamente proporcional a la debilidad política de su posición. Querer mantener un cordón sanitario de «cuarentena», abanderar la supuesta insuficiencia de las iniciativas y exigir nuevas peticiones imposibles supone enrocarse en un castillo que se resquebraja, con piedras filosofales que empiezan a caer. Hoy, ante el mundo y con agentes internacionales enfocando la realidad vasca, son posiciones simplemente insostenibles.

A nivel internacional, nadie con un mínimo de interés y empatía por la cuestión vasca defiende ya la teoría de la «insuficiencia» como esquema de futuro. Editoriales de poderosos medios de comunicación, la industria internacional de resolución de conflictos... todos han dado por suficientemente significativos y determinantes los pasos dados por ETA, por la izquierda abertzale y el conjunto del país. La irrupción en la escena de la política vasca del GIC es la mejor prueba de ello.