«El gobierno de Donostia ofrece las peores condiciones laborales de Gipuzkoa a estas mujeres»
El responsable sindical de ELA Iñigo Zubeldia afirma que las cerca de 400 trabajadoras de la ayuda domiciliaria de Donostia, servicio municipal gestionado por la empresa subcontratada Clece, tienen unas condiciones precarias como ningún otro sector subcontratado público ha tenido. Las trabajadoras volvieron a movilizarse ayer ante el Ayuntamiento de Donostia, y lo volverán a hacer el día 25.
Amaia ZURUTUZA
Cerca de 400 mujeres ayudan día a día a unas 2.200 personas en Donostia, la mayoría mayores o con alguna incapacidad. Las trabajadoras denuncian que llevan años «de precariedad y de miseria» y exigen mejoras tanto salariales como sociales. El Ayuntamiento de Donostia y la empresa Clece se comprometieron a dichas mejoras hace seis años.
¿En que situación se encuentra la negociación del nuevo convenio?
La negociación está totalmente bloqueada desde el mes de marzo de 2010 que es cuando se compuso la mesa negociadora para poder abordar la negociación del convenio de empresa de Clece, ayuda domiciliaria de Donostia. Lo que ha habido encima de la mesa han sido propuestas básicamente de incremento salarial, muy alejadas de las pretensiones, y el resto de cuestiones, que son otros ocho o nueve temas importantes, ni siquiera han sido abordados. Prácticamente se puede decir que la mesa está al borde de la ruptura por la falta de contenidos que no trae ni Clece ni el Ayuntamiento de Donostia que es realmente quien tiene que impulsar la negociación.
En 2005 llegaron a un acuerdo con Clece y el Ayuntamiento para mejorar sus condiciones de trabajo.
Sí, en el año 2005 hubo tal caos en la gestión de esta subcontrata municipal por parte de dos empresas que prácticamente, con la ayuda del Ayuntamiento, fueron derribadas y automáticamente entró Clece para abordar a largo plazo este servicio. En aquel momento el Ayuntamiento y Clece se comprometieron a abordar a la finalización de ese convenio de seis años las mejoras salariales y sociales que les correspondía a esta subcontrata en función del resto de las subcontratas que había en Donostia y en el resto de Gipuzkoa. Hemos estado seis años de una manera precaria, con condiciones laborales que ningún otro sector subcontratado público ha tenido. Y ahora, cuando ha llegado verdaderamente el momento para poder concretar aquel compromiso, ni Clece ni el Ayuntamiento de Donostia de la mano de Odón Elorza son capaces de poner en la mesa lo comprometido.
¿Cuáles son sus principales demandas?
Ésta no es una negociación cualquiera porque esta subcontrata no está normalizada. Lo que pedimos es un salario acorde al resto de subcontratas, solicitamos que para que puedan computar sus horas de trabajo no tengan que estar 12 horas de disposición todos los días de un lado para otro, pedimos que estas trabajadoras no tengan que trabajar 75 años para poder jubilarse y que tengan una mínima jornada que les permita jubilarse a su edad. También pedimos mejoras en las incapacidades temporales porque tienen un trabajo muy duro y no hay reconocimiento de enfermedad laboral cuando muchas de ellas a lo largo de 15-20 años terminan con los hombros, codos y articulaciones rotas y operadas. Pedimos mejoras sustanciales, que la antigüedad no sea irrisoria, que trabajen de lunes a viernes y con turnos específicos los fines de semana. Pedimos cosas que otra gente ya tiene.
Una vez más nos encontramos con un sector femenino y con unas condiciones laborales precarias.
Si, la precariedad siempre suele ser femenina. Si comparamos los salarios de otras subcontratas que están normalizadas, con unas condiciones laborales medianamente normalizadas, encontramos básicamente varones. Donde encontramos las diferencias y la precariedad son básicamente mujeres. Este es un sector donde el 97% son mujeres, la mayoría de ellas no están a jornada completa, la mayoría a lo largo del año tiene bajas y altas de servicio que no les permiten un calendario anual, les cambian sus jornadas y calendarios constantemente con 48 horas de antelación. Estamos hablando básicamente de mujeres que son las que habitualmente sufren estas condiciones laborales.
Desde ELA, ¿cómo valoran la actitud del Ayuntamiento?
Valoramos que es una vergüenza que siendo un equipo de gobierno progresista supuestamente, sea el equipo de gobier- no que en Gipuzkoa peores condiciones laborales está dando a las mujeres. Aquí se han montado todo tipo de chiringuitos de igualdad con el tema de la mujer, hay muchísimos tipos de acontecimientos en Donostia donde el progresismo saca su cara amable. Pero luego desarrollan unas políticas absolutamente neoliberales y no reconocen la necesaria mejora de condiciones de 400 mujeres donostiarras.
«En 2005 Clece y el Ayuntamiento se comprometieron a abordar las mejoras salariales y sociales. Ahora, llegado el momento, no son capaces de poner en la mesa lo comprometido»