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Un juez ordena investigar un arresto ilegal de la Policía Municipal de Bilbo

En menos de seis meses, la Audiencia de Bizkaia ha enmendado la plana en dos ocasiones al Juzgado de Instrucción número 7 de Bilbo, al que en una segunda resolución ordena que reabra el caso y vuelva a investigar la denuncia presentada por dos mujeres, a las que policías municipales arrestaron por ser testigos «a distancia y en silencio» de una detención. Colectivos sociales la calificaron de «ilegal» y exigieron responsabilidades políticas al alcalde Azkuna.

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Agustín GOIKOETXEA

La Audiencia vizcaina ha ordenado al titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Bilbo, Urko Giménez Ortiz de Zarate, que investigue el arresto a dos testigos, por apreciar indicios de un presunto delito de detención ilegal por parte de la Policía Municipal de Bilbo. Las dos víctimas de la arbitrariedad policial comparecieron ayer, arropadas por diferentes colectivos sociales, para animar «a toda la ciudadanía para que colabore con valentía cuando sean testigos de actuaciones discriminatorias o racistas».

Es la segunda ocasión en que la Audiencia enmienda la plana a ese juzgado. En un primer auto, el 28 de julio de 2010, estimó el recurso de apelación interpuesto por las afectadas para personarse como acusación particular, atendiendo defectos de forma en el proceder del juez, que ordenó el archivo de la causa. En el segundo, del 25 de enero de 2011, los magistrados ordenan que prosigan las investigaciones, en contra del sobreseimiento decretado y recurrido por las afectadas.

La Audiencia considera que hay indicios de que se pudo cometer una detención ilegal, partiendo de que «la calificación como delito de desobediencia grave, a la vista de lo acontecido en el lugar de la detención, parece absolutamente exagerado, y más bien se configura como un pretexto para detener a las recurrentes y llevarlas a comisaría». Además, se apunta a que no se dio aviso a familiares y abogado, tal y como recoge la ley, y se prolongó la estancia en las dependencias policiales sin que estuviese justificada.

Las víctimas del arresto que ahora la Audiencia ordena investigar comparecieron ayer junto con representantes de SOS Racismo Bizkaia, Posada de los Abrazos, Mujeres del Mundo, Berdiñak, GITE-IPES y Alókevamos (Tas-Tas irrati librea) para reclamar al Consistorio bilbaino que implante protocolos para evitar la arbitrariedad de la Policía Municipal y respete el derecho de la ciudadanía a presenciar actuaciones policiales.

Recordaron que los hechos ocurrieron la noche del 23 de diciembre de 2009 en las proximidades de la plaza Zabalburu, cuando las mujeres observaron unas actuaciones de agentes municipales contra unos jóvenes inmigrantes «que consideraron extraña». Se quedaron como testigos «a distancia y en silencio», por lo que fueron increpadas por policías que les ordenaron que se fuesen. No lo hicieron y acabaron en los calabozos esposadas. Salieron a las 4.00 de la madrugada de la comisaría y catorce meses después prosiguen su lucha para que estas situaciones no vuelvan a repetirse.

«Constatamos que esta es una historia que se repite y que ni Seguridad Ciudadana ni, en ocasiones, el sistema judicial, toma suficientemente en serio», criticó Patxi de la Fuente, portavoz de SOS Racismo Bizkaia. Las implicadas explicaron que «somos blanquitas y tenemos papeles, pero a nuestros vecinos, por el simple hecho de tener otro color o rasgos, se les violenta, cachea y amenaza. Sufren un acoso permanente y, además, no quieren testigos, porque -subrayaron- les incomodan».

Azkuna «va de sheriff»

Denunciaron que «el artífice de todo esto es el señor Azkuna, que va de sheriff y éstos [por los agentes de la Policía Municipal de Bilbo] son los ayudantes del sheriff, que actúan con total impunidad». Los organismos sociales quieren que se acabe esta manera de proceder, apostando por la inhabilitación de los policías, aunque también que el alcalde, Iñaki Azkuna (PNV), y la teniente alcalde, Julia Madrazo (EB), respondan penal y políticamente por ser los responsables de que se trata de impedir que haya testigos. «¿Qué tienen que ocultar? Que la Policía Municipal comete abusos en su particular `guerra al navajero' contra aquellos que tienen otro color y rasgos, y se asume que por ello han tenido que cometer un delito», declararon.

Los hechos fueron denunciados en su día ante el juzgado y el Ararteko. En una resolución, Iñigo Lamarca recordó anteriores recomendaciones al Ayuntamiento de Bilbo y al Departamento de Interior de Lakua, en especial que «la exigencia de testigos en el desarrollo de las actuaciones policiales puede tener un efecto preventivo». Además de que «la petición de información por parte de la persona afectada por una actuación policial, e incluso el cuestionamiento o las criticas a dicha actuación no puede ser interpretada, sin más, como una falta de respeto o una desobediencia a los agentes de la autoridad». Ayer, reiteraron que el Consistorio parece no haberlas tenido en cuenta.

Reiteradas

Colectivos sociales vienen denunciando actuaciones discriminatorias de agentes municipales y de la Ertzaintza hacia personas inmigrantes, y también hacia los testigos con el fin de evitar su testimonio.

Llamamiento

«Se pueden realizar denuncias, interponer quejas ante el Ararteko o informar a algún movimiento de lucha contra la discriminación», señalaron los grupos que solicitaron «valentía» a los vecinos.

El caso de la agresión en Metro Bilbao no avanza

Los colectivos sociales que ayer denunciaron «la indefensión de los testigos de actuaciones policiales irregulares» advirtieron de que aún no se ha identificado a la pareja que el 23 de noviembre de 2010 protagonizó una agresión xenófoba contra una mujer en el metro de Bilbo, lo que puede derivar en el archivo de las diligencias. Les parece sumamente grave este hecho, ya que el vagón del suburbano donde se produjo el ataque racista «se encontraba lleno de gente, el metro cuenta con cámaras y vigilantes de seguridad y la agredida alertó a la Policía desde su teléfono móvil».

La agresión se produjo el martes 23 de noviembre, pasadas las 15.30, cuando un hombre y una mujer produjeron arañazos en el cuello y propinaron un puñetazo en el rostro a una pasajera, ante la indiferencia del resto de viajeros y personal de seguridad de Metro Bilbao. La víctima se subió al convoy en la estación de Sarriko y padeció el acoso y violencia de la pareja, aún sin identificar, hasta que descendió en la parada de Moyúa, mientras los atacantes proseguían el viaje.

A raíz de aquellos hechos, SOS Racismo Bizkaia acusó a las instituciones, clase política y a los medios de comunicación de crear un «caldo de cultivo racista» que promueve los ataques racistas contra los inmigrantes y la falta de respuesta contundente. A.G.

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